El factor Sánchez- Camacho

MARÇAL
Sintes

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Siempre he creído que, pese a la desigual relación de fuerzas, que en principio debería llevar al fracaso de la causa catalana, el independentismo cuenta con una ventaja suplementaria, una propina: la terrible visceralidad de una parte nada menor de la derecha españolista, que no pocas veces se impone a la inteligencia estratégica y el cálculo. No es que sean tontos; es que, como decía, en determinados momentos el estómago y otras vísceras les pueden.

Pese a que Alicia Sánchez-Camacho lo tache de «fracaso», el 9-N ha supuesto una rotundo triunfo del soberanismo y del president Mas. El nacionalismo español se lo ha tomado como una afrenta, una humillación al Estado que inconscientemente consideran de su propiedad. Rajoy no solo es una nacionalista español de manual sino que, encima, es rehén de la extrema derecha, que no duda en tacharlo de blando a la que no hace lo que ellos dictan.

Y otro factor que contribuye enormemente a desnortar a Rajoy es Sánchez-Camacho, la señora que, como recordarán, utilizó su condición de madre para atacar el catalán en la escuela; la del grotesco episodio de La Camarga; la que ha dicho tener fiscales amigos, y la que anunció la querella contra Mas y los delitos que se le endilgarían. La que aseguró que no habría consulta y la que habla de una confrontación entre catalanes que parece ser su oscuro deseo.

Me gustaría saber qué caray les cuenta a sus jefes de Madrid. Porque, por ejemplo, cualquier persona sensata y medianamente atenta les habría avisado de que es muy mala idea promover una querella contra Mas y otros miembros del Govern. Lo es no solo porque es complicado sustentarla o porque el prestigio de la Fiscalía General del Estado va a salir maltrecho. Lo es políticamente.

Porque solo hay dos posibilidades. Que al final no se presente, y entonces Rajoy y el PP habrán hecho un ridículo monumental, o que se presente. Y eso -debería saberlo Sánchez-Camacho- sería todavía peor. ¿Se imaginan al president Mas saliendo a pie del Palau de la Generalitat para ir a declarar flanqueado por un montón de gente y aclamado a lo largo de su recorrido?

Sánchez-Camacho debería conocer el caso Banca Catalana y cómo aquello reforzó a Pujol y le catapultó electoralmente. Además, ahora no está por medio el desplome de un banco, sino que se pretende actuar contra el presidente de Catalunya por haber posibilitado una votación simbólica; por haber cumplido, de la mejor manera posible, lo que había prometido a los ciudadanos.

En fin, que el independentismo debería ser agradecido y enviarle estas Navidades a la jefa del PP en el nordeste peninsular un par de botellas de brut nature del Penedés junto con unos turrones de Agramunt. Eso, como mínimo.