La rueda

El color de la estupidez

JOSÉ A. SOROLLA

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Decía Einstein que «solo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana». «Y del universo no estoy seguro», añadía. Naturalmente, el científico lo afirmó mucho antes de la existencia de internet y las redes sociales, que acaban de acoger uno de los debates más estúpidos de la historia. ¿Qué hubiera dicho Einstein si hubiese asistido a la polémica del vestido que unos veían azul y negro y otros blanco y dorado?

Basta escribir en Google «vestido azul y negro o blanco y dorado» y aparecen 2.070.000 referencias. Millones de personas en todo el mundo han participado en un debate de esos que se llaman virales. Parece ser que todo se inicia el miércoles 25 de febrero cuando la usuaria Swikek de la red Tumblr cuelga la foto y pregunta el color del vestido. El tema es recogido por la web Buzzfeed en la noche del jueves 26, y el viernes 27 el texto ha sido consultado ya 20 millones de veces. En el momento álgido, hasta 670.000 personas miran a la vez el artículo. Paralelamente, Caitlin McNeil, un músico que había actuado en la boda de sus amigos Grace y Keir Johnston, celebrada en Colonsay (Escocia), descubre la foto en Facebook. Resulta que la madre de Grace le había enviado por móvil tres fotos del vestido para la boda y madre e hija lo veían de colores distintos. La locura sigue en Facebook y en Twitter, con 11 millones de menciones cinco días después, aunque las cifras siempre serán inexactas al aumentar por segundos. El matrimonio y el músico han explicado la historia en el programa de Ellen DeGeneres; Kim Kardashian, la famosa que es famosa por ser famosa, ha intervenido en el debate, y Cristina Pedroche se ha puesto el vestido.

Menos mal que al final toda esta inmensa estupidez sirve para algo. Una oenegé sudafricana ha usado el vestido para una campaña contra la violencia machista, en vísperas del 8 de marzo, Día de la Mujer, que se celebró ayer.