La clave

El Califato, nuestra Srebrenica

ENRIC HERNÀNDEZ

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"Los verdugos no tienen banderas, ni pueblo, ni estrellas, ni piedad, ni Dios...» En caliente, con la sangre bosnia recién derramada en SrebrenicaCarlos Cano escribió estos versosCarlos Cano en memoria de los 8.000 musulmanes allí asesinados y para señalar a cuantos  ordenaron, ejecutaron y toleraron la masacre. «No se puede ser indiferente, ni cerrar los ojos, ni ser imparcial...»

Se cumplen dos decadas de aquel martes de julio en que, por orden de Radovan Karadzik, las tropas del general Ratko Mladic [VÍDEO]Ratko Mladic desencadenaron la mayor masacre perpetrada en Europa desde el genocidio de los pueblos judío y gitano bajo el régimen nazi. Es bueno tener muy presente que en un primer momento el masivo acto de exterminio de Srebrenica, emplazamiento irónicamente declarado como «área segura» por unas Naciones Unidas incapaces de protegerlo [VÍDEO], tampoco conmovió en exceso a la comunidad internacional. Todo lo más, condenas inanes de la ONU y esos hombros encogidos tan característicos de la dirigencia europea.

Fronteras ensangrentadas

Fueron los testimonios e imágenes recogidos por los medios de comunicación los que pusieron rostro y magnitud a la tragedia. Cuatro meses más tarde, la conferencia de Dayton Daytonponía fin a la guerra de Bosnia y Herzegovina, legalizando las fronteras ensangrentadas por la limpieza étnica. La guerra de los Balcanes se cobró más de 100.000 vidas. A día de hoy, los criminales de guerra Karadzik y Mladic, juzgados en La Haya, siguen pendientes de sentencia.

Dos décadas más tarde, otra monumental campaña de limpieza étnica se desarrolla a nuestro lado, en el Mediterráneo. La guerra de Siria y la instauración de Califato del Estado Islámico (EI) suman cuatro millones de refugiados, miles de ejecuciones y violaciones de los derechos humanos, pueblos arrasados o sometidos a la 'sharia'... Al llegar el terror a Europa o a las playas africanas donde retozamos al sol nos saltan las alarmas, sin reparar en que es el pueblo musulmán la principal víctima de la yihad.

Como en Bosnia, un Occidente ensimismado mira para otro lado en vez de emplearse a fondo para detener el genocidio. ¿No aprendimos nada de Srebrenica?