Gente corriente

Eduardo Gión: «Llegué por un libro a Madame Arthur y quedé fascinado»

Cineasta en su tiempo libre. Trabaja en un hospital y ha hecho una película sobre un famoso travesti de los 70.

«Llegué por un libro a Madame Arthur y quedé fascinado»_MEDIA_1

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Mauricio Bernal

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La mitad del tiempo está Eduardo trabajando en un hospital de Vilanova, donde es administrativo y se ocupa de gestionar las citas: usted tal día, usted tal otro, usted tal otro; y la otra mitad está haciendo documentales. La dualidad es de formación, porque Eduardo hizo cursos de administrativo y más tarde estudió Cine, que es lo que le gusta, y como no puede (aún) vivir de eso, reparte el tiempo por mitades; de la mitad cinematográfica acaba de salir un largometraje sobre Madame Arthur.

-Un largometraje documental, ¿no? Cuénteme. Explíqueme por qué le atrajo el personaje.

-Bueno, a mí lo que me gusta sobre todo son los años 70 de Barcelona, todo elundergroundde entonces, los cabarets, y buscaba a alguien que hubiera tenido relevancia en esa época, que hubiera abierto alguna puerta, no sé. El caso es que leíMemorias Trans, que es un libro de Pierrot, y ahí me encontré a Madame Arthur, y... bueno, eso. Leí y quedé fascinado.

-Ajá. Ya tenía personaje.

-Sí. A partir de ahí me dediqué como un año y medio a investigar. De hecho, escribí al pueblo de donde era él, Villavieja de Yeltes, en Salamanca, muy cerca de la frontera con Portugal. ¿Y sabe qué hizo el alcalde? Publicó un bando. El bando decía que se iba a hacer un documental sobre el ilustre Modesto Mangas... porque así se llamaba, Modesto Mangas... y que se pusiera en contacto cualquiera que tuviera información.

-¿Sabían? ¿Que Modesto había sido transformista? ¿Lo sabían?

-En la alcaldía no lo sabían. Simplemente les entusiasmaba este homenaje a un villaviejense que había triunfado en Barcelona. Y... bueno, en cualquier caso encontramos muy poca gente en ese pueblo que supiera que Modesto se había convertido en Madame Arthur. Muy pocos.

-¿Por?

-Bueno, imagínese. Aquello eran los años 60 y Villavieja era un pueblo muy conservador, además estaban en pleno franquismo... Básicamente, Modesto tuvo que huir. De hecho, cuando fuimos allí a rodar... Estábamos en la plaza, montando las cámaras, y se acercó una señora, una señora mayor, y nos dijo: «Ah, que vosotros sois los que vais a hacer algo sobre Modesto, ¿no?» Y yo: «Sí, señora», y le mostré el libro de Pierrot. Y la señora: «Este no es Modesto». Y yo: «Sí, señora, este es Modesto». El caso es que costó lo suyo convencerla, pero cuando al final vio que era cierto se enfadó. Se enfadó muchísimo.

-Me dice que rodó en Villavieja. ¿Qué hacía, se pedía vacaciones?

-Rodamos en Villavieja, en Salamanca... que fue adonde Modesto se fue primero... y en Madrid. Y en Barcelona, claro. Y sí, por supuesto, el largo lo rodé en vacaciones. Qué remedio.

-Sus compañeros de trabajo saben... no sé: ¿de esta doble vida?

-Sí, claro que lo saben. Y están orgullosos. De hecho, una vez me entrevistaron en la revista del hospital.

-Porque ya había filmado algo, ¿no? Antes de Madame Arthur.

-Sí: un corto que hice al final de la carrera y otro que hice mientras hacía el máster. No les fue mal, sobre todo al primero, piense que llegó a exhibirse en Nueva York, en un festival... el West Side Film Festival, se llama.

-¿Máster?

-De Dirección.

-¿De qué iba el corto?

-Se llamabaEl abrazo del erizo, y era una crítica al sector de la telefonía.

-Un corto de telefónicas.

-Era un tema que en esos momentos me interesaba... Verá, en esa época yo trabajaba en una empresa telefónica, y había visto cómo funcionan por dentro. Y quería denunciarlo.

-Una pregunta: ¿aún trabajaba allí cuándo exhibió el corto?

-Sí.

-¿Y? ¿No le dijeron nada?

-Nada. No pasó nada.

-Qué suerte. En fin. ¿Ya está listo el documental? ¿El de Modesto?

-Está listo, sí. Estamos haciendo las gestiones para estrenarlo en El Molino, que nos parece el lugar idóneo.

-¿Cuánto costó?

-¿Cuánto costó? 15.000 euros. Todos de nuestros bolsillos.

-¿«Nuestros»?

-Sí, nuestros. Es un proyecto conjunto. Gente del máster.

-Ojalá lo recuperen.

-No, no, no lo vamos a recuperar, somos conscientes de eso. A mí es que el personaje me encanta, de verdad, y el solo hecho de haber podido hacer un documental sobre él ya es un premio. Aunque también esperamos que sirva, no sé, para seguir haciendo cosas...