EL ADN DE LA SEMANA

Edición

Nuevas técnicas abren el camino a modificar el genoma en lugares precisos

PERE PUIGDOMÈNECH

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Ya se está hablando de editar el ADN. Esto significa modificarlo en lugares precisos de forma dirigida, algo que no era posible hasta hace poco. Una forma acaba de ser descrita en la levadura. Y hace unos días se mostraban también resultados en monos. La discusión está abierta.

Hace más de 40 años que sabemos modificar los genomas de organismos vivos. Primero fueron las bacterias y a principios de los 80 llegaron los animales y las plantas. Ahora hay miles de animales (sobre todo ratones) como modelos de enfermedades y tenemos en nuestros campos millones de hectáreas de plantas modificadas. La controversia sobre su uso sigue activa. Una fuente de preocupación es que muchas de las actuales técnicas de modificación genética no controlan el lugar donde se modifica el genoma. A menudo hay que hacer muchas para encontrar las interesantes y ello limita su uso.

Últimamente se han desarrollado una serie de técnicas que pueden modificar los genomas de forma dirigida, la más famosa de las cuales tiene un nombre complicado: CRISP / CAS9. Las aplicaciones van a toda velocidad: por un lado, una empresa estadounidense ha publicado un sistema basado en esta técnica que permite modificar levaduras con muchos genes de golpe y en un lugar preciso del genoma -y así pretende producir sustancias químicas de interés, como productos farmacéuticos o combustibles-; por otra parte, un grupo chino ha demostrado que se puede editar el genoma de embriones de monos en lugares precisos.

La polémica se produjo cuando alguien propuso modificar células humanas. Quizá se podrían editar genes que están en el origen de enfermedades como las hereditarias o que las favorecen. La cuestión es si ha llegado el momento de probar si se puede modificar de forma dirigida el genoma de individuos humanos de forma que se transmita a la descendencia. Ya se han levantado voces pidiendo que se detenga este tipo de experimentos. No hay duda de que hay que pensarlo muy bien.