Dos suegras y un granuja

Hay otra triste historia que también está provocando pasmo, abatimiento, rabia, y un cabreo muy grande. Es un suceso que lo tiene casi en exclusiva Tele 5. A pesar de ser un lance muy cafre, ha servido para que Maria Patiño -que ahora presenta el Deluxe porque J. J. Vázquez está de vacaciones- tenga tema para ir llenando su programa. El asunto es grave. Podríamos titularlo: dos suegras, dos madres engañadas, dos nietos y un granuja. Comencemos por el final, por el granuja. Los investigadores del Deluxe y del Sálvame diario han descubierto que Alberto Isla, el marido de Isabel II -así llaman a la hija de Isabel Pantoja-, es un farsante de cuidado, un elemento sin escrúpulos que no solo no se encarga del bebé que ha tenido con ella, sino que le pone unos  cuernos descomunales. También han descubierto que mientras era novio de Isabel II también lo era de otra muchacha llamada Estefanía, a la que también dejó embarazada. El niño tiene ahora 2 años. Ante esta situación Isabel II ha regresado al hogar junto a su madre, y ha decidido un «cese de la convivencia con Alberto». Y el Deluxe, sensible al dolor que este elemento causa, ha caído en la cuenta de que aquí hay dos suegras muy damnificadas, que se han encontrado con dos nietos cuyo padre es el mismo sujeto impresentable. En el Deluxe, a falta de la Pantoja, han traído a la otra, que es más humilde pero no menos guerrera: doña Rosario. ¡Ah! Es una señora fantástica. Dolorida pero firme, advirtió a toda España, y sobre todo a la otra suegra, a la Pantoja, sobre la condición inmoral de este Alberto que va dejando por ahí muchachas embarazadas; y que pasa olímpicamente de los bebés de los que es padre. ¡Ahh! Ha sido un Deluxe dramático, desolador, el de esta semana. Lo que más coraje ha levantado es cuando nos contaron que ese sujeto, a su esposa Isabel II la llama despectivamente «Machu Picchu», porque es peruana. O sea, es racista además de mal yerno, mal esposo y mal padre.

INMORTALES .- Meditable monólogo el de Manel Fuentes en El club de la comedia (La Sexta). Nos invitó a pensar cómo sería el mundo si Dios nos hubiera hecho inmortales. ¡Ahh! Sería absolutamente insoportable. Los culpables de fechorías, latrocinios, pillajes y robos a mansalva, por ejemplo, resulta que convivirían con nosotros años, siglos, milenios. Tendríamos que ir soportando su fétida presencia toda la eternidad.