Tú y yo somos tres

Distrofia política sobre TV-3

FERRAN MONEGAL

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Cada vez que se acercan elecciones, ya sean al Congreso de los Diputados de Madrid o ya sean al Parlament de Catalunya, estimables políticos del Principat -los que están en la oposición- de pronto alzan la voz y se quejan de que hay manipulación informativa en TV-3. ¡Ah! Es un dato muy curioso. Cada vez que los ciudadanos tenemos que pasar por las urnas, parece como si la virtuosa clase política -repito, la de la oposición- despertase y reparase que en TV-3 adulteran la información.

Esta semana, por ejemplo, el destacado dirigente de Catalunya Sí que es Pot <b>Albano Dante Fachin</b> ha alzado la voz contra el último <i>30 minuts</i>, titulado El referèndum impossible, tachándolo de «Una columna de opinión disfrazada de documental, al servicio de tesis independentistas».

También acabo de leer en e-Notícies que tres consellers del CAC -los consellers del CAC son de designación política- han señalado ahora que hubo «manipulación» y «tergiversación de hechos históricos» en la entrevista que le practicó Xavier Grasset al exmiembro de Terra Lliure Carles Sastre en el canal 3/24 en diciembre del 2015. Lo resaltable de estas quejas y denuncias no es que no tengan razón, que la tienen, sino que las hagan, las formulen, las lancen, solamente cuando los ciudadanos tenemos que votar. Da la sensación que los virtuosos políticos de la oposición solo miran TV-3 cuando están en campaña o precampaña electoral. ¡Ah! Eso es síntoma de distrofia grave. Debilidad muscular.

Para los que miramos, y analizamos, TV-3 a diario, no es ninguna sorpresa esto que ahora algunos políticos ocasionalmente señalan. TV-3 desde hace tiempo va a su bola. Una bola que ha pervertido la información transformándola en propaganda. Es una manera de funcionar, como una especie de estatus, de doctrina, de obediencia y apostolado, fuera del cual en el interior de TV-3, hoy por hoy, no hay posibilidad de progresar. No solo me refiero a los trabajadores y estrellitas de la casa. También condiciona a todo el sector audiovisual catalán. Abandonada ya toda esperanza de que 8TV se instituya en lo que debería ser una sana alternativa, un gran canal privado catalán, cualquier empresa productora que quiera sobrevivir en Catalunya solo tiene a TV-3 como único cliente. Y ya sabemos lo que pasa.

O te alineas y subsumes obedientemente a su bola y apostolado, o no colocas ni un documental sobre el peligro de extinción del urogallo.