GENTE CORRIENTE

«Dios me dio voz, planta y capacidad de comunicar»

He aquí a un comunicador nato que ha sido de todo: intérprete, presentador, locutor, profesor. He aquí la polifacética vida de Eddy Vidal

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MAURICIO BERNAL

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«Lo que he hecho en la vida ha sido muy variado y divertido», dice Eddy Vidal, y así pone fin a una especie de resumen vital híper comprimido. Nacido en EEUU de padre catalán y madre aragonesa, tuvo tres idiomas nativos, inglés, castellano y catalán, y eso ha marcado su vida. También su voz -grave, profunda- y su estatura -más de dos metros-. A los designios de la naturaleza y a sus circunstancias, Vidal les ha sacado partido: jugador de baloncesto, profesor de inglés, intérprete, presentador, locutor, conferencista. La polifacética vida de Eddy Vidal.

-Leí que el baloncesto lo dejó joven, por las lesiones. ¿Fue doloroso? Pues…, sí y no. Lo fue porque disfrutaba jugando, pero, por otra parte, ya para entonces había formado una familia y sabía que no iba a ser precisamente una estrella.

-¿Dónde jugó? Empecé en EEUU, hasta que un día me dieron la noticia de que me quería fichar el Barça y me vine para acá. Luego jugué cedido en varios equipos, como el Manresa, pero tuve que retirarme cuando tenía 24 años.

-Empezó a trabajar de intérprete en una época en que tres personas hablaban inglés en este país, ¿me equivoco? Je, je, algo así. Yo no tenía formación, pero el mundo de la interpretación estaba en pleno crecimiento y había poca gente. Mi ventaja es que no solo era bilingüe sino 'bicultural', y eso me facilitaba mucho las cosas.

-¿Qué es «poca gente»? ¿Y ahora? Quiero decir que no éramos más de 100 en la ciudad y nos conocíamos todos. Ahora no es así. Me ha llevado por unos sitios bastante llamativos, la interpretación.

-¿Por ejemplo? No sé. Una vez vinieron unos ingenieros británicos a introducir un nuevo sistema de pintura en la fábrica de Seat y yo estaba ahí; o en Port Aventura, con el ingeniero americano que habían traído para los últimos toques del Templo del Fuego; o sobrevolando Jaca en helicóptero con miembros del Comité Olímpico Internacional, cuando era candidata a los Juegos de invierno.

-Sistemas de pintura de coches. Imagínese. Entonces no había internet y cuando eran cosas técnicas uno tenía que ir a lugares como, no sé: la biblioteca de la escuela de ingeniería. A documentarse. O ir con un diccionario médico bajo el brazo.

-Y resulta que además de saber idiomas, tiene esa voz. Y le ha sacado partido, ¿no? Sí, en los años 90 me convertí en 'speaker' de la ACB, y de la NBA cuando organizaban partidos aquí. Y he estado en tres juegos olímpicos: Atenas, Londres y Río.

-Si no estoy mal, ha tenido una relación estrecha con la NBA. Pues sí. Tuve la suerte de ser algo así como el hombre de confianza de la NBA en España. Cuando vino el Dream Team a los Juegos, en el 92, me pasé 11 meses preparando todo: dónde entrenaban, dónde dormían, la comida, todo. Y cada vez que había un partido promocional, yo estaba ahí.

-Habrá conocido a mucha gente. Jugadores, quiero decir. Un montón. Magic Johnson, Jordan, O'Neal, Lebron James, Kobe Bryant…

-Eso hablando de baloncesto. Pero también he visto fotos suyas con actores famosos. Di Caprio… Eso en mi faceta de presentador, sí. Me llaman las productoras para presentar sus actos y hacer de intérprete cuando promocionan sus películas, y he podido trabajar con Brad Pitt, con Matt Damon, con Jennifer Lawrence… Con Di Caprio, sí.

-Se lo ha pasado bien. Me siento bendecido. Y lo digo así porque soy creyente: bendecido. Dios me dio voz, planta y capacidad de comunicar. Y eso es lo que soy: un comunicador.