MIRADOR

Se diluye el sueño insurreccional

JOAQUIM COLL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La verdad es que pocas veces una encuesta ha tenido un impacto político tan inmediato como la que publicó EL PERIÓDICO. Confirmó la idea de que CiU se estaba desangrando: los electores moderados, más interesados en salir de la crisis que en precipitar el anunciado choque de trenes, se le iban a la abstención, mientras los más convencidamente secesionistas, hacia ERC. Por eso,Artur Masintentó esta semana liberarse de la espiral autodestructiva y proyectar una imagen proactiva ante el notorio suspenso que recibía el Govern. Ahora bien, su plan de mandato es tan genérico e insustancial que lo sorprendente es que haya tardado seis meses en confeccionarlo. Su presentación fue puro tacticismo pero, sobre todo, una excusa para escenificar la reconducción de su estrategia, aunque se esforzó mucho en no contradecir a ERC. elpresidenthabla ahora de la consulta en condicional, subraya que en caso de realizarse no tendría valor jurídico, y se muestra partidario de posponerla más allá del 2014. Descarta decisiones unilaterales y, sobre todo, enfatiza el deseo de agotar la legislatura. Al decir eso lo que hace es diluir el sueño insurreccional que se había instalado en el imaginario independentista desde que firmó el pacto conOriol Junqueras. Últimamente, algunas elucubraciones rozaban la fantasía chinesca, ya que la alternativa a la inviabilidad jurídica y política de la consulta consistía en unas nuevas elecciones con una lista fusionada entre CDC y Esquerra para luego declarar unilateralmente la secesión.

En esas estábamos hasta que la encuesta recordó que los ciudadanos rechazan decisiones unilaterales y ven prioritario un acuerdo de financiación antes que el derecho a decidir. Además, el democristianoDuraninsiste cada día en abrir un escenario de diálogo, aunque las formas broncas y patanes del PP le produzcan más de una decepción, como ayer se puso de manifiesto en el Congreso en relación al pacto sobre Europa. Pero lo sustancial es queMasintenta escaparse de la ratonera en la que se había metido tras el fiasco de las últimas elecciones. No quiso entonces asumir su responsabilidad e inició una huida hacia adelante que le ha durado seis meses. La incógnita es cómo reaccionará ERC. De momento ha optado por restarle importancia. Se había convencido de queMasiba en serio y ahora no sabe cómo interpretarlo sin que la moral de los suyos caiga en el desánimo ante la evidencia de que el año que viene no habrá consulta.

¿Aguantará el pacto con ERC? La prueba del algodón llegará tras el verano, cuando se presenten los presupuestos. Los republicanos exigirán otra vez fijar ya la fecha y la pregunta. Veremos siMasresiste la presión deJunqueras, que le amenazará con no votarle las cuentas y dejarle caer. ¿Tendrá algún salvavidas?