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Diez mil regalos al infierno

La Unión Europea convertida en el pasaje del terror: diez mil niños refugiados perdidos

An Afghan migrant boy cries soon after arriving in an overcrowded raft at a beach on the Greek island of Lesbos

An Afghan migrant boy cries soon after arriving in an overcrowded raft at a beach on the Greek island of Lesbos / YB/KV/

XAVIER SARDÀ

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Lo reconocen Alemania y la Interpol: hemos perdido a 10.000 niños desplazados. Muchos son salvados del naufragio y otros llegan a la desesperada... pero los perdemos. Son huérfanos o desperdigados que acaban en manos de las mafias sexuales, trabajando en condiciones de esclavitud o en redes de delincuencia y tráfico de drogas. Europa como una diosa voraz. Es un bullying continental. La Unión Europea convertida en el pasaje del terror. Diez mil.

Escribir sobre este drama desde la comodidad de un despacho y como un artículo más resulta éticamente incierto. No hacerlo es quizá despiadado. Ni idea. Escribir sobre la desaparición de 10.000 niños en Europa es como hacerlo de una pesadilla: "He soñado que se perdían 10.000 niños. Que los secuestraban, los robaban, se los llevaban y los explotaban". La solidaridad no es sostenible. Soy un ingenuo.

Que a nadie se le ocurra ponerle cara a uno de ellos, porque automáticamente deja de ser una cifra. Alí es un niño de 13 años procedente de Irak. Fue enviado por su madre en busca de la familia que ya tiene en Alemania desde hace meses. En el momento de la foto acaba de llegar a Lesbos: cabello negro despeinado, vistiendo anorak azul, jersey oscuro con raya blanca y pantalón negro. Agotado. Su vida la lleva en una bolsa de deporte. Es todo. ¿Llegará a Alemania? Todavía le espera la ruta hasta la Europa central y, claro está, le esperan las mafias. Y nosotros, a lo nuestro.

Imagino y deseo que algún día Alí cuente su historia personal. Le imagino escribiendo sobre su infancia. Imagino también que algún día se estrenará una película sobre su periplo geográfico y emocional. Es evidente que Europa y los europeos seremos coprotagonistas del argumento, y creo que no seremos precisamente los buenos. Quizá solo figurantes.

Mafias cada vez más eficaces

Alí le esperan mafias del tráfico de menores cada vez más eficaces con base en Hungría, Alemania, Italia y Suecia. Solo en Italia se ha perdido la pista a 5.000 niños y en Suecia son 1.000 los desaparecidos. Grecia está desbordada. Los niños sin padres suelen ser transferidos a centros de acogida de Atenas, pero son instalaciones abiertas y acaban vagando por las calles. En Estocolmo hay cientos de Alís viviendo por su cuenta y riesgo sin control ni atención. David Cameron se niega a acoger a 3.000 porque quiere evitar el efecto llamada. Carne fresca para las mafias, como Alí a sus 13 años. Hasta 26.000 menores no acompañados han llegado a Europa durante el 2015.

Si consiguen ahorrar los 1.250 euros que piden las mafias del Egeo, las familias envían a sus hijos a Europa. Prefieren que corran ese riesgo a mantenerlos bajo las bombas y sin futuro ¿Dónde debe estar Alí? Qué ingenuidad la mía.