Peccata minuta
Dibujos desanimados
Cada sábado, mi padre llegaba a casa cargado de revistas entre las que nunca faltó La Codorniz,La Codorniz y el niño que yo era no entendía qué gracia le encontraba el abogado Ollé a aquellas páginas de color nicotina fría llenas de garabatos tristes y mal pergeñados; nada que ver con la alegría profusamente coloreada de 13, rue del Percebe o Mortadelo y Filemón, en las que los pequeñajos de la época intuimos un libertinaje surrealista con el que combatir el gris de las ratas y el negro de las sotanas.
Luego se coló en casa, siempre en sábado, Hermano Lobo. En aquellas 16 páginas a dos colores lideradas por Chumy-Chúmez descubrimos a grandes amigos que aún hoy nos acompañan, como Forges, Ops (ahora El Roto) o Manuel Vicent. Entre los ya ausentes quiero destacar a Gila, Summers, Vázquez Montalbán y el felino Perich. La cosa acabó mal, como siempre acaban los lobitos buenos. «¡He mort el llop!», clamó la censura.
Si algún best-seller ha tenido el humor político en España ha sido, sin duda, Autopista, título con el que Perich parafraseó el Camino de monseñor Escrivá de Balaguer, campechano fundador del Opus Dei. Entre sus máximas y aforismos pudimos leer una frase de terrible actualidad: «La religión sirve para ayudarnos a resolver una serie de problemas que no tendríamos si no existiera la religión». Corría el año desgracia de 1970.
Un tebeo para adultos
Los sábados del primer posfranquismo fueron aún más alegres, ya que a los colorines de Por Favor Por Favorse unía el color piel de algunas chicas de Interviú Interviúque tuvieron a bien confiarnos sus predemocráticos encantos. Muchos de los antes citados pasaron a jugar en aquel nuevo tebeo para adultos; se incorporaron los lápices de Cesc, Romeu, El Cubri… y las plumas de Marsé, Sagarra, Martí Gómez, Ramoneda, Savater e ¡incluso una mujer!, Maruja Torres. Cuentan que los consejos de redacción eran una kermés de cachondeo, whisky e inteligencia a partes iguales.
El 20 de septiembre de 1977 el grupo fascista Triple A hizo estallar una bomba en el inmueble de la redacción de El Papus El Papus(revista satírica y neurasténica) que costó la vida al conserje del edificio: aquí empezó el auténtico humor negro. El Papus siempre presumió de ser discípulo de Hara-Kiri (journal bête et mechant), fundado por Bernier y Cavanna a finales de los 50 («¡Si vous ne pouvez pas l'acheter, volez-le!»), reconvertido en el 92 en Charlie Hebdo.En 1981 monté en el Teatre Lliure una pieza teatral de Georges Wolinski, El rei dels carallots. Tuve la ocasión de hablar por teléfono con él, prometiéndonos una cerveza en Barcelona o París. Leo en la prensa que ha muerto asesinado a los 80 años junto a su inseparable Cabu, de 76, Charb, Tignous y otros ocho descreídos mientras se reían de todo y se cagaban en todo.
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