La pugna a tres está servida

Susana Díaz, este viernes en Sevilla.

Susana Díaz, este viernes en Sevilla. / periodico

JUANCHO DUMALL

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Con el anuncio, esperado, de que Susana Díaz se presentará a las primarias para alcanzar la secretaría general del PSOE queda bastante clarificado el panorama en la carrera interna que van a disputar tres aspirantes: la presidenta de Andalucía, el exsecretario general Pedro Sánchez y el exlendakari Patxi López. Estas son algunas claves de cómo se presenta hoy esa batalla, que tendrá su final previsiblemente en mayo.

Díaz representa el socialismo más moderado, más alejado de Podemos y con inequívocos tics guerristas heredados de un pasado que ya empieza a ser lejano. El hecho de presidir la Junta andaluza, con el apoyo a regañadientes de Ciudadanos, le da un tono institucional a la vez que le aleja de planteamientos de izquierda atrevidos. Un PSOE dirigido por Susana Díaz estaría perfectamente alineado con el PP en materia territorial, es decir, en la forma de enfocar el reto del soberanismo catalán. Su poderío está en la federación andaluza y en otras como la de Castilla-La Mancha, Extremadura o Aragón. Su debilidad, en las zonas urbanas y entre la militancia joven.

Pedro Sánchez se situará en el ala izquierda. Él no busca el apoyo de las federaciones poderosas, sino que apela directamente a los militantes, que en definitiva fueron quienes le auparon a la secretaría general. Su ‘ejecución’ en el tristemente recordado comité federal del 1 de octubre del año pasado le permite presentarse como el hombre defenestrado por mantener su oposición (el famoso "no es no”) a la investidura de Rajoy. Parecía acabado cuando empezó su periplo por España en busca de apoyos para su proyecto, pero ha sorprendido la capacidad de convocatoria de quien, como suele suceder en política, fue enterrado antes de tiempo.

LA TERCERA VÍA

Patxi López representa en esta pugna la posición de centro, una tercera vía que quiere evitar, en terminología muy catalana, el “choque de trenes”. El diputado vasco ha puesto como referente al socialdemócrata Martin Schulz, cuyas expectativas electorales frente a Angela Merkel no dejan de crecer. Aparece como un político menos intransigente que Díaz en el plano territorial y ha demostrado capacidad de diálogo. Su problema es si las primarias se presentan como una lucha a garrotazos entre sanchistas que no le hacen ascos a Podemos y susanistas que ven en el PSOE antes que nada un todavía importante aparato de poder.