La clave

Detectives de lo catalán y lo vasco

IOSU DE LA TORRE

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Cuando el indepe arrepentido regresó a Barcelona se sorprendió de que las banderas, 'senyeres' y 'estelades', siguieran en los balcones desde cinco años atrás. Los trapos deshilachados, comidos por el sol constituían la prueba evidente de que Catalunya se había radicalizado.

Un navarro militante con residencia en Madrid notó, durante los fines de semana que volvía a la casa madre, que el viejo reino se vasconizaba. En la moleskine apuntó: 1) los carteles de los pueblos también están escritos en euskera; 2) muchos coches lucen una pegatina con el dibujo de una oveja lacha, ¡como la del burro catalán en las matrículas catalanas! y 3), al entrar en los bares, hombres y mujeres se saludan en el idioma de los aberzales pese a que nunca dominaron el idioma de Bernardo Atxaga.

Cuánta perspicacia. Digna del poli de homicidios ante un cadáver ensangrentado: «Alguien ha matado a alguien». Muy de Gila..

El rastro de las banderas

Al indepe arrepentido no se le ocurrió -metido en piel de detective-, seguir el rastro de las banderas. La investigación ignoró factores fundamentales: el catalanismo ya estaba ahí desde tiempo lejano; el Parlamento español tumbó el Estatut votado por los catalanes; el PP recogió miles de firmas en su contra y puso anuncios en Andalucía despreciando a Catalunya; desde el Gobierno central nunca se actuó para resolver la financiación autonómica que le reclamaban; se amenazó con españolizar a los niños catalanes; se actuó por tierra (ejecutivo), mar (legislativo) y aire (judicial) contra la celebración de un referendo...

La lupa sobre Navarrra (sí, con tres erres) pisoteó las huellas de lo vasco en una tierra donde la mayoría no es aberzale, pero donde también habitan aberzales. Tampoco reparó en el cadáver de la Caja Navarra, una de las columnas de esa tierra encadenada, estrangulada por la banca incívica. Ni preguntó qué escondía el amejoramiento del fuero. Navarra tiene una lendakari por el pacto de quienes sumando pudieron dar un cambio histórico. Los desalojados no lo fueron por 'navaburros' ni por españoles si no por hacerlo mal, muy mal.