Despilfarro en el Fòrum de les Cultures

Eran (aún) los tiempos de vino y rosas, del dinero fácil. Corría el primer lustro del nuevo milenio y Barcelona se embarcó en la gran obra del Fòrum de les Cultures, el remate del proyecto olímpico, ideado también por Pasqual Maragall y pilotado por su sucesor en la alcadía, Joan Clos. Pero, como en los JJOO, no fue solo el ayuntamiento, sino el conjunto de las administraciones las que financiaron el proyecto. Nada menos que 220,8 millones de euros de dinero público se invirtieron entre 1999 y el 2007 en el evento. Ahora, 10 años después de la inauguración de la muestra, se ha conocido el informe de la Sindicatura de Comptes que enumera una larga lista de irregularidades: selección de patrocinadores, adjudicaciones sin concurso, ausencia de auditorías, sobresueldos por objetivos no cumplidos, pagos por actos fantasma, incumplimiento de la norma sobre aprobación de presupuestos, y cómo no, cobro de dietas por reuniones inexistentes y gratificaciones sin justificar.

Ha pasado una década. Una eternidad para pedir responsabilidades, pero instituciones y  ciudadanos no deberíamos dejar que todo terminara en una admisión de pequeños pecados. El informe remitido al Parlament no contiene nombres, que figuran en un anexo, y que deberían salir a la luz. El Fòrum dejó un legado urbanístico, pero fue un despropósito organizativo que la Sindicatura pone negro sobre blanco. Hay muchos responsables, y de todos los colores políticos. Una buena muestra del país al que no deberíamos regresar.