Dos miradas

Descaro

La proposición del PP es una bomba de relojería contra el TC, la separación de poderes y los principios elementales de la democracia

josep maria Fonalleras

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La proposición del PP que quiere reformar la LOTC ha sido condenada por muchos juristas que no son precisamente radicales ni sospechosos de formar parte de la caterva independentista. Por diversas razones consistentes, entre las cuales están la precipitación de la propuesta y la urgencia en retocar una ley orgánica que merecería, en cualquier caso, un debate más serio y reposado.

Pero hay otra que me parece aún más decisiva. La insinuaba el constitucionalista (y buen amigo) Xavier Arbós en su reflexión de ayer. El TC podría verse obligado a juzgarse a sí mismo si es que se presenta una demanda contra la reforma que ahora quiere convertirlo en un tribunal de orden público. Si aceptara la demanda, contradiría su propia esencia. Si la rechazara, parecería que actúa no como garante de la ley sino en beneficio de una parte, que sería, en este caso, el propio tribunal. Es decir: la proposición del PP es una bomba de relojería contra el TC, contra la separación de poderes y contra los principios elementales de la democracia.

Para más inri, la presenta -en un ejemplo de indecencia colosal, de maltrato de la virtud política que Aristóteles describía- el candidato García Albiol, que hace explícita la reforma ad casum de la LOTC, es decir, elaborada no porque sea necesaria en general sino para que sea efectiva en un caso concreto.

Lo que nos deja más asombrados no es la anunciada reforma en sí misma sino el descaro con que actúan.