El deporte formativo y los valores

La utilidad del deporte como herramienta de transmisión de valores adquiere una vertiente todavía mayor cuando se desarrolla en el ámbito formativo, tanto en las canteras de los clubs como en los torneos escolares. Por desgracia, este propósito tan loable choca con una realidad que no siempre se mueve por los carriles deseados. El entorno del deporte de base reproduce con demasiada frecuencia los peores esquemas que se manifiestan en el más profesional, marcado por un feroz espíritu competitivo. Un instinto, por otra parte, extensible a muchos campos de nuestra sociedad. Resulta por ello digna del mayor aplauso la iniciativa Juga Verd Play del Consell Esportiu del Baix Llobregat, que detalla hoy EL PERIÓDICO y que establece un peculiar baremo de puntuación para sus competiciones. Prima, más que el resultado, la conducta deportiva, el fair play, de sus jóvenes practicantes.

La tercera edición del proyecto que idearon Carles González, pedagogo y profesor de INEF, y Pere Alastrué, psicólogo especializado en deporte, ya cuenta con la participación de más de seis mil niños, entre P-4 y sexto de primaria, del área metropolitana. Todos son depositarios de la máxima del barón de Coubertin, el inventor de los Juegos Olímpicos modernos. «Lo importante no es vencer, sino participar». Palabras huecas en demasiadas ocasiones. Y más que a los propios niños, el Juga Verd Play tiene la misión de concienciar a los padres y a los entrenadores de esos equipos en los que debería contar más la socialización que acompaña al deporte que la recompensa de batir al rival. Porque no son pocos los progenitores que proyectan sus frustraciones en rivales, árbitros o en sus propios hijos con conductas impropias no solo de ese entorno formativo, sino de cualquier otro espacio. De la misma forma, hay entrenadores que someten a tal presión a sus discípulos que probablemente lo único que lograrán es alejarlos del deporte.

Las soluciones imaginativas no significan que el problema sea generalizado, porque por suerte son mayoría los padres y jóvenes monitores que cubren con su dedicación, en el caso de los preparadores sin apenas remuneración, las carencias de clubs faltos de presupuesto. Pero seguro que proyectos como el Juga Verd Play son una base fundamental para iniciarse en el deporte y un manual de educación para la ciudadanía.