'Deluxe' y #naturalcolau

La bisexualidad es una etiqueta que cuesta de entender. Incluso las personas más modernas, más abiertas y más tolerantes consideran que ser bisexual es raro. No te puede gustar todo. Si tienes sexo con los dos sexos es por vicio, por divertimento o por experimentar. Una mala época o una cosa puntual. No les entra en la cabeza que hay personas que son eso: bisexuales. Yo pienso que no hay necesidad de andar etiquetándolo todo. Que hay personas que están tan seguras de sí mismas y de su condición sexual que en un momento dado, en una entrevista, pueden soltar que una vez tuvieron una novia y luego un novio.

Eso lo dijo el otro día la alcaldesa Ada Colau con la naturalidad digna del hashtag que le había colocado el programa Sábado Deluxe, #naturalcolau. La gente en Twitter, que llevaba rato metiéndose con ella, de repente empezó a aplaudirla. El colectivo LGTB corrió a hacer un tuit con la noticia. Yo misma me pregunté en forma de tuit si era bueno que eso fuera noticiable. De hecho, no tengo claro ni que sea necesario hacer esta columna. Pero me parece interesante poner la lupa en la naturalidad. En lo sospechoso que fue que el presentador moderno y abiertamente gay se quedase con cara de póquer. Todos los medios corrieron a poner la etiqueta bisexual en sus titulares. Que puede ser o no. Cada uno sabrá lo que hace con su sexualidad y cómo quiere que lo llamen.

En su presente, Ada Colau tiene un compañero hombre con el que ha formado una familia. ¿Lo podría haber hecho con una mujer? Igual sí. Ella no hace bandera de nada. Y si la gente en Twitter la aplaudió, creo que fue por la normalidad con la que se expresó. Claro que sí. Tú me preguntas y yo te respondo. Y todo eso con Alfredo Urdaci diciéndole, entre otras lindezas, que era una charnega. Si es que hay gente para todo. Tomen nota, políticos del mundo. Esto es lo que hay que hacer para ganarse la confianza de la gente. Ser de verdad. Esa es la etiqueta más importante.