La rueda

Del Somorrostro al Camp de la Bota

Las espléndidas playas posolímpicas fueron el más marginado de los espacios de Barcelona

RAMON FOLCH

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«El acto tendrá lugar, el 25 de noviembre, entre el Hospital del Mar y el Parc de Recerca Biomèdica». La invitación del alcalde de Barcelona lo dejaba claro. Viendo solo este fragmento, podría creerse que la convocatoria correspondía a alguna rumbosa reunión de la Barcelona smart. Pues no. Era un acto de homenaje a los sectores más humildes de la ciudadanía barcelonesa. Se trataba de recordar un marginado barrio desaparecido.

El Somorrostro, por fin, ha abandonado la elipsis. En 1954 acogía a 15.000 personas que malvivían en chabolas levantadas sobre la arena, en la propia playa. Los primeros pobladores se asentaron allí en el último tercio del siglo XIX. Entonces aquella playa era una zona marginal entre una amenazadora fábrica de gas (nada de parques de investigación biomédica) y un temido hospital de infecciosos (nada de risueños hospitales del mar). Durante casi un siglo, hasta 1966, ese kilómetro de arenal batido por los temporales fue el hogar de muchos inmigrantes sin recursos. No era justo perder su memoria.

La playa del Somorrostro recuperó su nombre en marzo del 2011. Fue un primer paso. Ahora, un panel conmemorativo recuerda y homenajea la epopeya de todas aquellas gentes que vivieron en el Somorrostro y también en otras playas barcelonesas, entre la Barceloneta y el Besòs: el Bogatell, la Mar Bella, Rere Cementiri, Pekín o el Camp de la Bota. Sí, las espléndidas playas de la Barcelona posolímpica fueron el más marginado de los espacios barceloneses. La ciudad ha mejorado muchísimo en las últimas décadas. Es motivo de orgullo y satisfacción, no excusa para el olvido. En los 50, más de 100.000 barceloneses vivían en chabolas en una ciudad vencida que no podía ofrecerles nada mejor. En 1992 aún quedaban barracas. O sea, ayer. Hay que recordarlo hoy para no recaer mañana.