Del laboratorio al consistorio

La presunta nueva política lleva años cultivándose en el laboratorio, especialmente en el entorno universitario. El grueso de la dirección de Podemos proviene, como ya es sabido, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. El núcleo de Barcelona en Comú se forjó el Observatorio DESC (derechos económicos, sociales y culturales) pero también cuenta con elementos formados en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, especialmente a través del IGOP (Institut de Govern i Polítiques Públiques) y en el GRECS (Grup de Recerca sobre Exclusió i Controls Socials), en este acaso adscrito a la Universitat de Barcelona. Finalmente en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) se articularon en el grupo de investigación en Redes, Movimientos y Tecnopolítica. Cada uno de estos núcleos intelectuales ha tenido su propio patriarca. Juan Carlos Monedero en la Complutense, Jordi Borja en el DESC, Joan Subirats en el IGOP i Manuel Castells en la UOC.

Los tres últimos compartieron la lucha antifranquista -y piso en París- en el entorno del PSUC Izquierda Unida tras la salida de Anguita. Se fueron alejando paulatinamente de la política activa -Borja aún participó en la Barcelona olímpica- para refugiarse en la universidad. Elaboraron modelos teóricos, consiguieron fondos públicos de investigación, ocuparon cátedras, escribieron libros, formularon propuestas y, finalmente, lanzaron manifiestos. Usaron las armas de la tecnopolítica para tomar el poder. Como ha explicado recientemente Castells en una sincera entrevista en El País, su finalidad última es cambiar "la mentalidad". Pablo Iglesias prefiere decirlo con otras palabras: "conquistar la hegemonía". No les basta pues con conseguir la mayoría democrática ni tan solo con aplicar el programa con el que se presentaron a las elecciones ni con ganar un referéndum. Jordi Borja escribió que necesitan entre dos y tres legislaturas para conseguir sus objetivos. Por eso es más importante la foto de la retirada del busto del Rey que la aprobación del cartapacio municipal, reunirse con Fainé o parar un desahucio que legislar o pactar con la oposición alguna medida efectiva. Si la gente acepta una nueva mentalidad, un nuev mainstream todo será posible e incluso más fácil. Será un auténtico "proceso constituyente".

El único obstáculo de este proyecto es el entorno de la UE. El proyecto hermano de Tsipras ha chocado de lleno contra esa realidad como se está evidenciando en la revelaciones de las maniobras de Varufakis. Las ideas han pasado del laboratorio a las pruebas clínicas y los resultados no son muy alentadores.