ADIÓS A UNA GENERACIÓN DEL CÓMIC ÁCRATA

El 68 deja de reír

Lo que hacían aquellos dibujantes era mezclar el 'underground', lo proscrito, con el humor político, porque todo lo que está prohibido es político

Imagen del ejemplar de Charlie Hebdo vendido el 14 de enero tras los ataques a su sede en París.

Imagen del ejemplar de Charlie Hebdo vendido el 14 de enero tras los ataques a su sede en París. / LC SBH**NY**

JAVIER PÉREZ ANDÚJAR

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Eran los que dibujaban pantalones llenos de mierda, culos abiertos, dedos haciendo una higa. Los que se retorcían de risa cuando oían hablar a cualquier político. Los que llamaban gilipollas a quienes les venían con monsergas. El humor salvaje, malvado, sádico, ácrata. Es la historia de quienes cuando levantaban el puño lo hacían con un vaso de vino en la mano o con un paquete de tabaco arrugado. El pañuelo negro les daba una noche continua porque durante el día hay demasiado cabrón suelto. Era una manera de reír. Un rictus agrio, ácido; pero sobre todo provocador y audaz hasta lo kamikaze.

El irreductible Siné Sinése retrataba ya viejo en silla de ruedas gritando "¡banzai!" y con la muleta de madera en ristre como un 'bazooka'. En su entierro en mayo del año pasado, sus compañeros de la revista 'Siné Mensuel' le pintaron con un espray la 'A' de anarquía encima de la caja de muerto, y luego se la llenaron de caricaturas. Y con una banda de jazz lo escoltaron hasta el cementerio de Montmartre.

Pero Siné, el gran hereje, el expulsado de 'Charlie Hebdo', pero de esto hace apenas ocho años, por pasarse mil pueblos donde hasta entonces únicamente se habían pasado novecientos, solo iba a ser el primero que moriría de esta revista durante el 2016. A lo largo de ese año, 'Siné Mensuel' ha perdido a su fundador y a otros tres de sus colaboradores: Chimulus, Puig Rosado y Mix et Remix. El año anterior, CabuWolinskiCharbTignousHonoré, habían muerto acribillados en el atentado de 'Charlie Hebdo'. En el número especial de 'Charlie' que ha salido este enero para conmemorar el segundo aniversario de la matanza, el director, Riss, ha titulado el editorial: "Un crimen político".

UNA MANERA DE REÍRSE

Lo que hacían aquellos dibujantes era mezclar el 'underground', lo proscrito, con el humor político, porque todo lo que está prohibido es político. Se trataba de una manera de hacer revistas y de reírse, que fue recogida desde Barcelona, y así nacieron 'El Papus', 'El Jueves', la edición en castellano de 'Hara Kiri'... Cuando apareció 'Por Favor', le encargaron a Reiser, cofundador del 'Hara Kiri' original, la portada del primer número.

Siné, acarreando por todas partes la bombona de oxígeno que llevaba pegada a la nariz, murió a los 87 años. Estuvo contando por entregas su biografía con el título genérico de 'Mi vida, mi obra, mi culo'. Los dibujantes de 'Siné Mensuel' decidieron mantener la revista, y en la portada del número siguiente a su muerte aparecía un dibujo de Siné haciendo un corte de mangas, y ellos brindando y haciendo higas, bajo el título de 'La lucha continúa'.

Luego murió Chimulus, con 70 años. Era el hijo de Jacques Faizant, un viejo gaullista estrella del humor gráfico del diario conservador 'Le Figaro' (almorzaba con Pompidou y Giscard, admiraba el dibujo del joven Cabu y se sabía detestado por Siné y sus compañeros). Chimulus explicaba que se hizo dibujante para que su padre le admirase como a Cabu y que todo su anhelo fue trabajar con Siné.

EL RASTRO DE FRANCO

A la semana siguiente, era Fernando Puig Rosado quien moría, con 85 años. Extremeño, llegó a París a los 29 años siguiendo a su futura mujer. Colaboró con 'Le Canard enchaîné', 'Le Nouvel Observateur', 'La Codorniz', 'Interviú'... Sus compañeros le llamaban "el duende de 'Siné Mensuel'”. Uno de sus dibujos representa al dictador Franco viejo y dejando el rastro rojigualda de su propia sangre y de sus heces. Y en diciembre murió el suizo Mix et Remix, a los 58 años, el predilecto de Siné. Cáncer de páncreas. Era colaborador desde el primer número, y sus personajes constan siempre de dos partes: nariz y resto del cuerpo.

Una vez puso una caricatura en medio de un desierto, que gritaba megáfono en mano: "¡Llamando a todas las fuerzas de izquierdas!". En la portada de 'Siné Mensuel' de este enero se leía: "Después de un año de mierda, nuestros mejores deseos para 2017", y había dibujado un rollo de papel higiénico.

Pero resulta que en diciembre también murió Gotlib, a los 82 años. El fundador de 'Fluide Glacial' y de 'L'Écho des savanes'. El protegido de Goscinny cuando este dirigía la revista 'Pilote'. El que al final va a burlarse del heroísmo de Astérix creando a Superdupont (un superhéroe francés con boina y una 'baguette' bajo el brazo).

La revolución de Gotlib ya no es la del 68 sino la de los años de plomo. Más absurdo, más ferocidad, y menos política. A su generación debemos el cómic europeo, lleno de sátira y de experimentación, tal como lo hemos conocido durante las décadas de los 70 y los 80. Mientras todo esto retrocede y desaparece, el lepenismo sigue creciendo.