La decisiva batalla de Barcelona

La batalla electoral en Barcelona se centra en dos candidaturas, la del actual alcalde, Xavier Trias, y la de la aspirante de Barcelona en Comú, Ada Colau. Según el sondeo del GESOP que publicamos hoy, el primero tras el inicio de la campaña, Trias retendría la alcaldía con el 22,6% (10/11 concejales), adelantando a Colau (18,9% y 8/9 regidores), con el resto de las fuerzas políticas ya muy distanciadas. Este resultado contradice el que ofrecía el CIS el pasado jueves, que daba la victoria a Colau (11 concejales) frente a Trias (8), pero la encuesta del centro oficial de sondeos del Gobierno se realizó mucho antes, en los 12 primeros días de abril. La primera posición de Trias se ha reflejado en otras encuestas, incluso con mayor ventaja.

En cualquier caso, está claro qué dos candidaturas libran la batalla a dos semanas de los comicios. En el sondeo de EL PERIÓDICO, la condición de favorito de Trias es evidente también cuando se pregunta a los 800 encuestados a quién preferirían como alcalde (28,3%). Colau queda en segundo lugar, con el 23,4%, aunque, como líder, gana en valoración al alcalde (5,8 a 5,5). Trias se beneficia asimismo de una favorable opinión de los barceloneses sobre la evolución de la ciudad en los últimos cuatro años (el 46,1% creen que ha mejorado y casi el 70% dan el aprobado o más al ayuntamiento, mientras que un tercio lo suspende). Más allá del pulso por la alcaldía, el sondeo define un mapa municipal muy fragmentado, con siete partidos en el consistorio y la necesidad de pactos a tres bandas para gobernar. PSC, PP, Ciutadans y ERC, por este orden, formarían el bloque en el que habría que buscar acuerdos.

Unos pactos que serán complicados por otro factor: la influencia de los resultados en el proceso soberanista y en las elecciones del 27 de septiembre. Tras expresar durante semanas su intención de alejar las municipales del debate independentista, Trias ha aceptado al final la relación entre una cosa y otra al firmar el pasado jueves el documento de la Assemblea Nacional Catalana en el que se compromete con el proceso y con la futura adhesión de Barcelona a la Associació de Municipis per la Independència, cuestión que Ada Colau remitió a una consulta a los barceloneses. El futuro del proceso soberanista se juega, pues, también en el Ayuntamiento de Barcelona por la importancia que la institución tiene en Catalunya.