La decisión de Susana

El empujón que necesita la líder andaluza para jugársela en unas primarias es que Sánchez pugne con López por el voto de la indignación. Divide y vencerás

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, el pasado 14 de septiembre en Sevilla.

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, el pasado 14 de septiembre en Sevilla. / periodico

ENRIC HERNÀNDEZ

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La tregua entre PP y PSOE --tú me sacas las castañas del fuego y yo no te calcino en el brasero de otras elecciones-- permite al fin a la familia socialista centrarse en lo que de verdad importa: dirimir quién demonios manda.

Batalla en curso desde el congreso de Sevilla del 2012, donde Susana Díaz apoyó a Carme Chacón Alfredo Pérez Rubalcaba ganó por los pelos. Desde entonces la líder andaluza hace valer el peso del socialismo andaluz, primero para minar el breve liderazgo de Rubalcaba, luego para teledirigir al indómito Pedro Sánchez Pedro Sánchez y, destronado este, para controlar las primarias y el congreso de primavera a fin de allanar su desembarco en Ferraz.

Hasta ahora solo se interponían en su camino los rescoldos del 'sanchismo', metódicamente diezmados en la dirigencia del PSOE a la espera de que se extinguiese entre la militancia el fragor del 'no es no'. Pero la candidatura a primarias de Patxi López  Patxi Lópezha sacudido el tablero de juego.

López, antaño leal a Sánchez, figura entre quienes le aconsejaron que abandonara el escaño para mantener enhiesta la bandera del 'no a Rajoy' y así preservar su capital político. Ahora, de los tres potenciales aspirantes a liderar el PSOE el exlendakari es el único con acta de diputado, ventaja competitiva por la que los fieles a Sánchez lo acusan ya de traición.

POSTRERO SERVICIO DE SÁNCHEZ

La gran incógnita, pese a sus esfuerzos por disiparla, es si López opta a la plaza para disputársela a Díaz o para ofrendársela, reparto de cargos mediante, tras haber taponado el camino a Sánchez. De ahí que este anuncie --de nuevo-- que se echa a la carretera para "escuchar" a la militancia, eligiendo Sevilla como punto de partida. Paradójicamente, una vez decapitado por la líder andaluza podría prestrarle un postrero servicio si pugnara con López por el voto de los indignados socialistas. Divide y vencerás.

En tanto su estrella electoral languidece en Andalucía, según las encuestas, este fin de semana Díaz empieza a recolectar apoyos en Castilla y León mientras barrunta si es buen momento para someter su liderazgo orgánico al veredicto de unas primarias abiertas que hasta la fecha ha logrado rehuir.