PEQUEÑO OBSERVATORIO

¿Cuántas cadenas perpetuas son posibles?

Me ha desconcertado que se aplique varias veces un castigo 'perpetuo' a una misma persona, como ha ocurrido con el terrorista 'Carlos'

FILE PHOTO: Ilich Ramirez Sanchez, better known as "Carlos the Jackal", raises his fist as he appears in court in Paris

FILE PHOTO: Ilich Ramirez Sanchez, better known as "Carlos the Jackal", raises his fist as he appears in court in Paris / AWH

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Hay cosas que nos cuesta entender. Es lo que decimos ante un hecho o de una opinión que nos sorprende. No lo puedo entender, no lo acabo de entender o, simplemente, no lo entiendo. Lo que ocurre, sin embargo, es que esto de entender supone poder captar el sentido de una frase, de un silencio, de una actitud, de un gesto. A veces le decimos a alguien: «Ya nos entendemos, ¿verdad?». Ahorrándonos de analizar todos los matices de una explicación.

Pero hay un hecho que no puedo entender de ninguna manera, y tal vez, en este caso, debería decir «incomprensión». La frase sorprendente es: «Condenan al terrorista 'Carlos' a su tercera cadena perpetua». Si no me equivoco, perpetuo significa que dura siempre. Así se identifican las regiones de nieves perpetuas, en las que la existencia de la nieve es permanente. Pero 'Carlos' es el protagonista de un hecho excepcional. ¿Alguien había sido condenado antes a tres cadenas perpetuas? Si un delincuente vulgar escapa tres veces de la cárcel y vuelve a ser detenido, supongo que será sometido a un agravamiento del castigo, pero si no me equivoco hay un límite de encarcelamiento, que puede acabar con un posible indulto o con la muerte.

He leído que el abogado ha anunciado su intención de recurrir. Ignoro sus argumentos, pero si yo estuviera en su caso diría que condenar a una persona a tres cadenas perpetuas es aberrante. El delincuente no puede cumplir las tres penas a la vez. Tampoco puede cumplirlas una tras otra, porque la primera ya es «perpetua».

El oficio de los jueces es difícil, porque cuando han de tomar decisiones no tienen, a menudo, la libertad necesaria. La ley es una norma jurídica de carácter general mientras que la vida humana es una extraordinaria acumulación de casos particulares. Yo siempre he admirado –en mi ejercicio juvenil de abogado– la sutilidad que es necesaria para aplicar las leyes.

Pero lo de las tres cadenas perpetuas aplicadas a una persona confieso que me ha desconcertado.