Cuando tú ibas, él ya volvía

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Yo no sé qué decir. Así que dejaré que hablen otros, que escriban los que más le quisieron, los que más cerca estuvieron de él, los que se sienten más ‘cruyffistas’ que el propio Johan, los que vivieron sus últimos días y semanas.

Yo solo sé que lo admiré, a ratitos que lo quise, y mucho (jamás se lo dije, claro), y que, en un tiempo, me dejó rozarle, pero siempre acompañado de uno de los suyos. Cuando yo me acercaba a Johan debía hacerlo con un salvoconducto, con un visado, es decir, con un amigo suyo, con alguien del que se fiase, con alguien que le garantizase que yo era de fiar. Y él siempre, siempre, siempre, aceptaba.

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Como no sé qué decir, voy a dejar que hable él. Cuando tú ibas, él volvía. Y no era chulería, era realidad. No importa de qué hablases con él o qué debate planteases. Johan fue el amo de muchas sentencias y, por mal que te sonasen o, incluso, por lógicas y de perogrullo que fuesen, siempre llamaban la atención. Suyo fue aquel ya mítico "salid y disfrutad". Como suyo fue el "prefiero un 5-4 que un 1-0".

Johan sabía de fútbol, pero sabía mucho más de la filosofía del fútbol, del vivir en un vestuario, del manejo del grupo, de cómo tratar a los directivos, de cómo sacar el mejor partido de los futbolistas, de cómo comerles el coco y hacer que un mal extremo se convirtiera en el mejor lateral del mundo.

"¿EL MEJOR? PARA MÍ ES XAVI"

Porque él quería buenos futbolistas y no los mejores. Y como sabía de fútbol no tenía muy claro qué era ser el mejor. "El mejor jugador del mundo no existe, porque hay diferentes posiciones y mil opiniones. Es muy difícil decir quién es el mejor. El más espectacular es, sin duda, Messi. ¿El mejor?, para mí es Xavi".

"Todos los entrenadores hablan sobre movimiento, sobre correr mucho. Yo digo que no es necesario correr tanto. El fútbol es un juego que se juega con el cerebro. Debes estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, ni demasiado pronto ni demasiado tarde". Quién sabe, tal vez aquella legendaria frase del que fuese su compañero y amigo, Charly Rexach ("correr es de cobardes"), estuviese, también, inspirada en el ‘Profeta del Gol'?

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Cruyff tenía cosas tan maravillosas como afirmar que lo que más le encantaba del fútbol, al margen de jugar lindo, bonito y ganar, era el "¡oooooh!" de admiración que surge del público cuando el balón daba en el poste. "Por eso cuando ganamos por 5-0 o perdemos por 0-4 le pido a mis jugadores que intenten dar con el balón en el poste, porque quiero oír ese ooooh".

DIVERTIR Y DIVERTIRSE

De ahí surgían sus ganas de divertir y divertirse, pues el primero que lo pasaba bien era él. "Hemos demostrado al mundo que puedes divertirte mucho como futbolista, que puedes reír y pasártelo en grande. Yo represento una época que dejó claro que el fútbol bonito es divertido y que, además, con él se conquistan triunfos".

A Johan le encantaba decir, de vez en cuando, que él no era creyente, pero alguien allá arriba debía de haber. "No soy creyente, no. En España, todos los futbolistas que salen al campo, todos, los 22, se santiguan antes de empezar el partido. Si resultara, los partidos siempre acabarían en empate". Pero, eso sí, no creer no significaba que no hubiese castigo o la posibilidad de ser castigado por un ser superior. Él. "Hay un Dios. No puedes hacer cosas no permitidas a la gente sin ser castigado".

No solo teorizaba sobre la religión del fútbol, también sobre la política del balompié. "El fútbol empieza siendo una democracia y acaba en dictadura porque, al principio, todos opinan pero, al final, solo uno decide. Lo hace el jugador ante el balón, el entrenador frente a la alineación y el presidente en el momento de las grandes decisiones".

PELEAS CON LOS DIRIGENTES

Fue ahí, en sus peleas con los dirigentes, a los que consideraba, no importaba ni la época ni su apellido, unos analfabetos del fútbol, cuando surgió aquella demoledora sentencia que, como muchas de Johan, aún está vigente: "El dinero debe estar en el campo y no en el banco".

Pronunció, como decía, frases de perogrullo pero, no por ello, menos importantes, ciertas y vitales en el fútbol y para su fútbol. Aquello, no olvidemos, de "si tú tienes el balón, el rival no lo tiene", paradigma, tal vez, de la posesión, de tener el cuero, manejar el tiempo del partido, adormecerlo, acelerarlo, buscar las grietas en la muralla rival. No es menos divertida la respuesta que dio en una época en la que les metían demasiados goles de corner. ¿Solución? "No hacemos corners y no nos meterán más goles".

Y, sí, afortunadamente, también tuvo una sentencia sobre el estilo del ‘puto amo’ José Mourinho, espectacular, como siempre. Palabra de Johan Cruyff: "Puede que Mourinho sea muy buena persona en privado y muy buen entrenador, pero lo que enseña al mundo es otra cosa".