Pequeño observatorio

Cuando «el mejor» solo es un punto de vista

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Hay gente que hace elogios desorbitados. Gente que vive en un mundo de superlativos. No dudo de la buena intención que a menudo la impulsa. Pero quisiera explicarme: «el mejor» no existe.

Hago alguna excepción. En atletismo, por ejemplo, se puede decir que un atleta es el mejor en la distancia de 100 metros si no hay otro que haya hecho esa carrera en menos tiempo. En este caso el juicio es objetivo. También en un análisis médico la cantidad de determinados glóbulos es comprobable. ¿Pero y cuando cuenta la interpretación? Cada uno de nosotros entiende o no entiende las palabras o la actitud de alguien. O los hechos. Todos sabemos que en la vida hay a menudo malentendidos. Es el riesgo que acompaña a la riqueza que supone la diversidad de las sensibilidades, las culturas, las convicciones personales. A menudo no somos conscientes de ello y nos aferramos -de una manera educada o agresiva- a nuestras opiniones, que no pasan de ser una manera de juzgar.

No sé si aún se celebra la fiesta del Mejor Conductor, que entonces ya me parecía absurda. También en el ámbito de los premios literarios debemos ser conscientes de que no gana, forzosamente, el mejor libro presentado, sino el que el jurado cree que lo es. Con el paso del tiempo es posible que unos críticos encuentren que el original que quedó tercero era mejor. Si incluso ha habido algunas sentencias judiciales que no han sido consideradas justas, y han sido impugnadas, es productivo no atribuir a nuestra opinión la condición de la sentencia.

Quizá ya expliqué en otra ocasión una experiencia aleccionadora. Un ciudadano me detuvo en un chaflán del Eixample para hacerme el elogio del artículo de ese día. Cuando fui al chaflán siguiente -el el hecho es rigurosamente cierto- se me acercó otro peatón para decirme que me leía habitualmente, pero que el artículo de ese día... no le había gustado. Hubiera querido decirle que alcanzase a ese señor de más abajo y lo discutieran amistosamente.