Pequeño observatorio

Cuando el mal se aprovecha del progreso

Lo que me preocupa es el uso delictivo de los prodigios que aportan las nuevas tecnologías

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Debo confesar que yo no soy un ciudadano informatizado. Sé muy bien que mucha gente de mi edad se ha puesto al día de las innovaciones tecnológicas con un indiscutible provecho. Algunos lo han hecho por necesidad; otros por el placer, no lo dudo, que puede proporcionar el dominio de unas herramientas utilísimas para la comunicación y para obtener una información rápida. No dedicaré más espacio al elogio, ni plantearé el riesgo de la adicción compulsiva. Lo que me preocupa, y me parece que tiene que preocupar, es el uso delictivo de este prodigio técnico.

No es la primera vez que se habla de ciberataques. Las víctimas de estas operaciones pueden ser personas, entidades, industrias. El president Mas explicó que la Generalitat recibió un ciberataque muy poderoso el sábado y el domingo de la consulta sobre la independencia. El ataque podía afectar a los accesos informáticos en la web del 9-N. Si no me equivoco, hubo 60.000 ataques aquel domingo. Y además, se puso en peligro al Servei d'Emergències Mèdiques y otras webs. Un boicot tan extenso parece que no tiene precedentes y supone una planificación que no está al alcance de un aficionado gamberro. Exige mucha preparación. Hay hackers que tienen como deporte perturbar los nuevos sistemas de comunicación, pero en este caso se puede pensar que había una amplia organización colapsadora.

No insistiré en que yo soy un analfabeto cibernético. No dudo de que, objetivamente, es una evidente limitación en estos tiempos. Veo que gente con tantos años como yo, y quizá más, ha entrado en el planeta informático con entusiasmo admirable. A veces, algún amigo me muestra algunas de las muchas cosas que se pueden lograr con estas extraordinarias herramientas que ha construido la creatividad humana. Y como siempre, para bien y para mal. ¿Podría decir que soy un creyente en la religión tecnológica pero que soy creyente no practicante?