«Yo no voy detrás de la pieza como Indiana Jones»

La arqueóloga catalana Cristina Belmonte ha ayudado a descubrir el lugar donde el mítico rey Olaf fue proclamado santo.

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POR
Gemma
Tramullas

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La primera vez que Cristina Belmonte (Manresa, 1975) hizo las maletas para irse a excavar a Noruega sus amigos le regalaron la serie completa de Vickie El Vikingo, el popular personaje animado que introdujo, aunque fuera con brocha gorda, la antigua cultura nórdica en España. Cinco años después, la arqueóloga catalana forma parte del equipo internacional que ha desenterrado en Trondheim la iglesia del siglo XI donde el mítico rey vikingo Olaf Haraldsson (995-1030) fue proclamado santo. Belmonte relata el hallazgo por videoconferencia desde Noruega.

-¡Han revolucionado ustedes el país! Es una bomba, como si hubiéramos descubierto el lugar donde Sant Jordi mató al dragón. Olaf fue el primer rey cristiano de Noruega. Murió luchando por el país y un año después su cuerpo habría sido hallado incorrupto y trasladado a una iglesia de Nidaros [hoy Trondheim] donde fue canonizado. El hallazgo de los cimientos y el altar de la iglesia de Sant Clemente [en la foto] confirma este relato de las sagas nórdicas y es el origen de la devoción popular hacia Olaf, que hizo de Trondheim una ciudad de peregrinaje.

-¿Qué sabía usted de los vikingos? Yo soy arqueóloga de campo, excavo cualquier cosa desde la época ibérica hasta la semana pasada. Lo que sé de los vikingos es lo que estudié en la carrera de Historia. Esta excavación no pertenece a la época de máximo apogeo vikingo, pero si excavamos por debajo de la iglesia quizá podamos encontrar restos propiamente vikingos de los siglos VII y VIII. Aquí el clima es muy húmedo y es sorprendente cómo se conserva la madera trabajada hace más de mil años.

-La imagen típica del arqueólogo lo sitúa en escenarios más cálidos, como Egipto. ¡Yo también trabajo mejor con sol que bajo la lluvia y la nieve! Ya ha nevado tres veces y no para de llover. Recuerdo un verano que trabajaba en un yacimiento prehistórico. Llovió cada día durante 11 semanas. Parecíamos el capitán Findus con nuestros impermeables de color amarillo pescanova y cargando cubos de barro.

-¿Cómo llegó aquí? Por casualidad. Estaba de turista en Oslo y fui a visitar el museo vikingo. La empresa de arqueología en la que trabajaba en Catalunya no iba bien y mandé mi currículo a una dirección que vi en una foto de una excavación. Una cosa llevó a la otra y este ya es mi quinto año en Noruega. En Catalunya soy socia de iPAT Serveis Culturals.

-También ha trabajado en Turquía. Este verano pasado estuve en Çatalhöyük, un yacimiento de hace 7.000 años que es un sueño para muchos arqueólogos. Tuvimos que irnos cuando se produjo el golpe de Estado, pero espero volver.

-¿Qué tesoro le gustaría encontrar? Me haría ilusión encontrar un mosaico romano, pero yo soy una arqueóloga de campo, no voy detrás de la pieza como Indiana Jones. No disfruto tanto con tumbas como con la visión global de un yacimiento que puede explicar, por ejemplo, cómo fue evolucionando la técnica de hacer casas de los iberos a los romanos.

-La excavación del rey Olaf empezó en septiembre y se alargará hasta abril. ¿Cómo lleva el exilio nórdico? Yo me siento muy bien acogida en Noruega y estoy disfrutando mucho el proyecto, pero también echo de menos a mi familia, a mi pareja, mi sofá, mi tele... Con Colin Amundsen creamos la web www.cookin gwitharchaeologists.com precisamente para reflejar la vida de los arqueólogos en el extranjero. Cuando trabajamos vamos cada uno por su lado y el único momento en que compartimos nuestras vivencias y hallazgos es a la hora de las comidas. A menudo somos los propios arqueólogos los que cocinamos para el grupo y en esta web compartimos nuestros hallazgos y recetas de todo el mundo.