Editorial

El crimen del guardia urbano calcinado

Es tarea del cuerpo policial arrojar toda la luz posible sobre el trabajo de los agentes detenidos y la unidad en la que trabajaban

lpedragosa38435685 mossos  foix170514201048

lpedragosa38435685 mossos foix170514201048 / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El caso del guardia urbano que apareció calcinado en el interior de un coche en el pantano de Foix se ha convertido en un suceso que, más allá de sus aires folletinescos, ha generado un gran impacto en la opinión pública y en el propio cuerpo de la policía local barcelonesa. Los hechos indican que el cadáver de Pedro R. fue encontrado en el maletero de un coche. Días después, los mossos detuvieron a Rosa P., pareja sentimental de Pedro R., y Albert L. por el homicidio. Albert L. declara que mantiene una relación con Rosa P., algo que la mujer –implicada a su vez en un caso de pornovenganza con un subinspector de la Guardia Urbana– niega. Con este juego de relaciones, no es de extrañar que el móvil pasional sea uno de los que baraja la investigación.

Pero los mossos también han reabierto el caso de la muerte de un mantero en agosto del 2014 en el que estuvieron implicados Rosa P. y Albert L. y que fue archivado por un juez. Este último, demás, tiene en su expediente dos agresiones a manteros en la ciudad, una de las cuales le supuso una condena por la que fue multado. De la otra fue considerado inocente. Los mossos mantienen abiertas todas las líneas de investigación, y deben proseguir con su trabajo. Pero sin inmiscuirse en la investigación de los mossos, es tarea de la Guardia Urbana arrojar toda la luz posible en el trabajo de los agentes detenidos y en el de la unidad en la que trabajaban juntos. Demasiados hechos turbios coinciden en un mismo triángulo.