cambios políticos

Crea tu propio partido

Son tiempos de reivindicaciones sectoriales que parten de ciudadanos con mayor conciencia e información

15m

15m / periodico

JULI CAPELLA

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El filósofo Antonio Escohotado -sí, el de las drogas- dice que la democracia directa de internet acabará con los partidos políticos. Tal vez no, pero sin duda les está dando una fuerte estocada. Está claro que a mayor posibilidad de intervenir personalmente, menos necesidad de delegar. Principio de subsidiariedad. Si puedo hablar directamente con Dios, ¿para qué necesito la Iglesia y los curas?

Los partidos políticos han sido un instrumento positivo de cambio social. Aunque también maquinarias de sometimiento y corrupción. En cualquier caso su modelo está en franca descomposición. Todo a su alrededor da bastante grima. Comenzando por su nombre, partido, y siguiendo con su nomenclatura. Desde comité ejecutivo, propio del ámbito empresarial, a militancia, tan bélico y obsoleto. El aparato, los cuadros, los barones, la disciplina, órganos de control, etc., todo tan borreguil.

Cada vez tienen menos afiliados, y con todo el respeto, cada vez menos relevantes. A la gente decente le cuesta acatar su rígida estructura. Muchos veteranos esconden su carnet todo lo que pueden, y pocos jóvenes se lo creen. Lo que antes era un orgullo se está convirtiendo en estigma.

OLVIDAR LAS PROMESAS

Los partidos, sean tradicionales o nuevos, siguen pidiendo nuestro voto para olvidarse de nosotros hasta las próxima elecciones. Mientras, mangonean entre ellos, obviando las promesas en aras de su eficacia. Ya no nos fiamos de su mediación. Nunca cumplen, son tinglados que generan empleos a través de cargos, que solo buscan su pervivencia.

¿Cuál es la alternativa? Son tiempos de movimientos sociales, de agrupaciones temporales, de coaliciones. De reivindicaciones sectoriales que parten de ciudadanos con mayor conciencia e información. Que prefieren dar confianza puntual a personas, no siglas. Un sistema más flexible y abierto, justo lo opuesto a lo que significa 'tomar partido'. Una sociedad ideal donde cada uno fundase y dirigiese su propio partido para interactuar con el resto. ¿Acaso todo cuanto hacemos no es política?