Contra la Catalunya binaria
Demócratas o fascistas, patriotas o traidores... Muchos catalanes con ideas propias están hartos de que los encajonen en bandos y los tomen por idiotas
Enric Hernàndez
Director
Director de EL PERIÓDICO desde el 2010 y licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona. En 1998 se incorporó al diario como redactor jefe de Política en Madrid. Un año más tarde, asumió la jefatura de la delegación y, en el 2006, fue nombrado subdirector. También trabajó en 'El País' como director adjunto y en el diario 'Avui', donde inició su carrera profesional.
ENRIC HERNÀNDEZ
No hay término medio. O eres demócrata y apoyas un referéndum, cualquier referéndum, o eres un fascista que niega al resto su inalienable derecho a decidir. O eres partisano de la república catalana, de cualquier república catalana, o colaboracionista lacayo de los tiranos que nos sojuzgan, un "enemigo del pueblo". No reflexiones, no vaciles, no preguntes por el mañana. O patriota o traidor. Tú eliges.
Esta es la Catalunya binaria gestada estos años por el 'establishment' independentista, la que ahora nos exige a todos, abracemos o no su dogma, un postrero acto de fe: ve a votar el 1 de octubre --ya te diremos cómo, dónde y con qué garantías democráticas-- y confía en nosotros, que todo irá sobre ruedas. Tanto da lo que digan la ley del Estado opresor, las normas de esa Unión Europea que tarde o temprano se rendirá a nuestros pies o los legítimos representantes del 52% de los catalanes que en las urnas no avalaron nuestra hoja de ruta rupturista. Que no te engañen: la democracia está de nuestro lado.
De un tiempo a esta parte asistimos a un fabuloso ejercicio de manipulación psicológica de la sociedad catalana. Ante el inmovilismo del Estado y la ausencia de un discurso alternativo, los independentistas 'pata negra', los recién conversos y sus serviles medios han impuesto el relato: España, presa de la corrupción y del posfranquismo, es una pseudodemocracia, un estado fallido. Por contra, Catalunya es un vergel libre de malas hierbas.
Vale, anteayer CiU apoyó la amnistía fiscal y los Pujol se acogieron a la misma, el Palau era una cloaca convergente y en la intimidad del 3% se hablaba catalán. Nada, excrecencias del decrépito régimen autonómico. Eso con la independencia fijo que no pasaría.
ENCAJONADOS
Catalunya, por fortuna, es mucho más que esa maniquea disyuntiva. Hay demócratas reacios a un referéndum unilateral, sea de parte o de 'fireta'. Catalanistas que anhelan otra España. Independentistas pausados que, antes de vencer, quieren convencer. Muchos, muchísimos catalanes con pensamiento propio y complejo, hartos de que unos y otros los encajonen en bandos binarios. Y de que los tomen por idiotas.
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