Continúa sonriendo, Natàlia!

JOAN GUIRADO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los domingos de verano tienen ese punto de felicidad de quien se puede levantar de la cama sin estar pendiente de si suena el despertador, calzarse unas zapatillas y un polo e ir a buscar el periódico y el pan de camino a la piscina, a liberar el estrés de unas semanas de julio que, menos tranquilas, lo son todo. Esta calma que solo es capaz de romperse por la comunicación de una noticia triste y dolorosa, es la misma que exportaba Natàlia Molero cada vez que uno hablaba con ella. Con esa sonrisa de mujer sabia, de las que llevan en la espalda mil experiencias y te miran como un niño con ganas y futuro, pero como un niño, escuchar de su dulce voz aquellos consejos que me habían de ayudar a hacerme más grande siempre era un placer. No has estado a tiempo de verlo, amiga, pero en los últimos días he tomado la gran decisión de hacerme mayor. Espero que desde donde estés, con la misma prudencia pero con la misma inquietud, me sigas observando y guiando en mis pasos no siempre acertados.

Cuando a finales de la mañana de este domingo me han comunicado la irreparable noticia he intentado acumular algunos recuerdos de nuestra amistad. Y en todos había una sonrisa. Llamadas a última hora para salvar alguna papeleta, la necesidad de llenar algún acto en la Casa de Cultura, el apadrinamiento que me has regalado sin nada a cambio para participar en algún programa de televisión... La vida siempre se lleva a los mejores, y difícilmente nunca te podré devolver todo lo que gracias a tu vocación me has transmitido.

Continuaremos discrepando sobre los toros, nunca terminé de entender la pasión que tenías por este espectáculo. Y te aseguro que haremos todo lo posible para ganar la libertad de nuestro país, dando importancia a la cultura. Pero sin toros.

Descansa, descansa mucho. Aprovecha para hacer todas aquellas cosas que no has tenido tiempo de hacer en tu intensa vida de servicio público. Pero sigue sonriendo, así te hemos conocido y queremos recordar.