Al contrataque

3.530

Hay en Catalunya 3530 vidas en riesgo de no querer vivirlas más, pero hay muchos otros casos invisibles a las estadísticas de situaciones de posible conducta suicida

Concentracion por el suicidio de un transexual de 17 anos por acoso escolar

Concentracion por el suicidio de un transexual de 17 anos por acoso escolar / periodico

MANEL FUENTES

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Ese es el número que nos dieron esta semana. 3530 casos registrados en Catalunya, la mayoría mujeres. 3530 vidas en riesgo de no querer vivirlas más. Pero hay muchos otros casos. Por cada uno que logra su objetivo, hay 20 intentos, que muchas veces quedan invisibles a las estadísticas. 3530 es el número que nos dieron el viernes. 3530 vidas catalanas que se plantean abandonar. 3530 desesperos. 3530 angustias para quitarse de en medio. 3530. Un número aséptico que nos dio la Conselleria de Salut al tiempo que «aconsejaba» a los medios audiovisuales sobre el tratamiento informativo de la muerte por suicidio. Seguro que la iniciativa de la 'conselleria' de Comín está cargada de buenas intenciones y hasta puede que sus exposiciones llenas de estadísticas y de 12 recomendaciones a los medios, para que, por ejemplo, se hable de «muerte por suicidio» antes que «se ha suicidado», ayuda a que se contabilicen menos casos, pero ante noticias así, tal vez las recomendaciones hacia los medios podrían ser otras, que tal vez serían más eficaces.

Venimos de una oleada de injusticia, desinformación, impunidad y aplastamiento a las clases más populares. Y todo eso, bajo la contemplación o aquiescencia de nuestros queridos políticos. Ellos dejaron que los bancos rebajaran sus criterios de seguridad en las operaciones abriendo la puerta a la imprudencia, a la morosidad, la deuda impagable y la consiguiente desesperación. ¿Cuáles eran entonces las recomendaciones a los medios? ¿Que hablaran bien de la fusión de Bankia? ¿Que no hablaran mal de los políticos ya que ellos velaban por el bien del sistema? ¿Que el populismo solo era cosa de los nuevos partidos? La deuda privada de bancos y particulares se hizo pública y con ella, los recortes llegaron inevitablemente. En sanidad. En educación. En ayudas sociales. En trabajo más escaso y peor pagado. Más pobreza y desesperanza.

ENJAMBRE DE CARGOS Y CARGUITOS

Vivir este mundo no es una cosa fácil. Ya no pedimos que haya justicia, aunque evidentemente sería lo deseable, porque hoy ya parece quimérico. Creo que la mayoría nos conformaríamos con que la injusticia no fuera tan gigantesca, con que la corrupción no reinara con tanta desfachatez, con que los políticos no tengan ese enjambre de cargos y carguitos, para hacer de intermediarios de no se sabe qué, sin que demuestren talento ni talante ético como para que justifiquen su multiplicación como si de una plaga se tratase.

¿Qué tal si las recomendaciones para los medios fuesen que no le tuviéramos miedo ni a la vida ni a los políticos? Que contásemos en lo que pasan el tiempo, y en lo que hacen con nuestras vidas…Tal vez entonces no pensaríamos en el suicidio. La rabia tiene más energía que la desesperanza. Eso sí, tal vez, lo que aumentaría es el riesgo de rebelión. A ver ahora, lo que nos recomienda la 'consellería'.