Con ustedes, Ciutadans

El diario de sesiones demuestra que el partido de Rivera bascula a la derecha

NEUS TOMÀS

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Ciutadans está de moda y, de confirmarse las encuestas, se ha convertido en un partido con serias posibilidades de tocar poder. El mérito hay que atribuírselo, sin duda alguna, a su líder, Albert Rivera, cuya capacidad de oratoria supera con diferencia la media de nuestros parlamentarios, sea en Catalunya o en las tertulias de Madrid. Rivera es listo y no acostumbra a cometer errores. Como virtud (o defecto, según quien opine) tiene la capacidad de sacar de sus casillas al presidente de la Generalitat. Se diría que, con permiso de alguna de las últimas intervenciones de Alicia Sánchez-Camacho, solo Rivera es capaz de incomodar tanto a Artur Mas.

En Catalunya su estrategia ha sido tan sencilla como efectiva: bandera y lengua. Más castellano en las escuelas y críticas al soberanismo, provenga de la derecha o de la izquierda. Hace ya más de un año, en estas mismas páginas, el compañero Rafa Julve se preguntaba si los 275.007 votantes que tuvo en las pasadas elecciones saben cuál es la tendencia ideológica del partido que lidera Rivera. La respuesta la encontró en el diario de sesiones. Porque es en las votaciones y no en los discursos donde se retratan los políticos. Y si se consulta el de la Cámara catalana queda claro que Ciutadans bascula hacia la derecha. Podrá decirse que, como Podemos, es un movimiento que supera la tradicional frontera entre izquierda y derecha, pero haciendo un repaso a las votaciones de los nueve años que lleva en el Parlament es fácil comprobar que está mucho más cerca del PP que del resto de fuerzas del hemiciclo. Así, en debates como el del aborto, el burka o la atención sanitaria a los inmigrantes, su posición coincide con la de los populares. La estrategia, que en más de un caso ha sonado a excusa, es que el Parlament estaba debatiendo cuestiones sobre las que no tiene competencias. Es el argumento que Ciutadans utilizó para abstenerse en una moción referida a la interrupción voluntaria del embarazo. "El aborto es la constatación de un fracaso", argumentó Ciutadans, sin concretar su posición. Más explícito fue cuando votó a favor de limitar la atención sanitaria a los simpapeles. La justificación fue que hay que anteponer la prestación de servicios a aquellos ciudadanos que pagan impuestos.

La proximidad a los postulados conservadores no debería extrañar a nadie. Rivera estuvo afiliado al PP hasta tres meses antes de presidir Ciutadans. Y la candidata que este partido ha elegido para pelear por la alcaldía de Barcelona, Carina Mejías, fue portavoz parlamentaria del PP y defenestrada sin compasión junto a Daniel Sirera cuando Camacho asumió las riendas populares. Mariano Rajoy tiene motivos para estar nervioso por Ciudadanos. Igual que Mas debe estarlo por Ciutadans.