A mí como si te operas

Se pone de moda la cirugía estético-mental. Uno puede ser quién y como quiera.

-Adelante

-Muy buenas. Mire, me quiero hacer una otoplasia política. Es que soy socialista y se me nota mucho.

-Es una operación que hacemos mucho últimamente. Queda muy bien

-¿Puedo quedar más bien independentista?

-Ningún problema. Es más caro pero quedará perfecto. Nadie lo notará.

Solo dos días de ingreso y a casa.

-Pero, claro, la familia sí puede notar algo raro, ¿no?

-Usted calladito y se va soltando poco a poco. En un mes les parecerá lo más normal.

- Vale, ya le diré algo.

-El siguiente.

-Pienso en una ritidectomía  de todo lo que es el Antiguo Testamento. Soy demócrata-cristiano y me gustaría una línea tipo  papa Francisco.

-Se puede hacer pero hay que cortar muy bien. Piense que se hacen chapuzas. En una clínica cutre le cortaron a un paciente hasta  la tercera vía  del Nuevo Testamento.

-Espantoso. Me suena, sí.

La consulta es un no parar. Es la moda. El boca a boca funciona y todo el mundo quiere  retocarse algo.

-¿Hacen blefaroplastias?

 -Si, ¿de qué  la quiere?

-Intento seducir a una  chico  del trabajo y no quiero que sepa que soy ingeniera naval. Ya sabe, es un chico muy normal y si  se entera que una chica tiene carrera se puede rajar.

-Vale.  ¿Tiene máster?

-Sí, en  Estados Unidos.

-También lo cortaremos.  ¿Cuándo se quiere operar?

-Cuanto antes porque hay  una secretaria que solo tiene el graduado escolar que me está pasando la mano por la cara, oiga.

-¿Algo más?

-Sí, ya puestos una reducción de novela histórica. Es que  he leído un montonazo y se me nota.

-Le haré un presupuesto.

El público se agolpa en la sala de espera con ilusión de mejorar. Los pacientes  charlan con normalidad.

-Yo quiero  un contorno mental  como Belén Esteban  porque quiero buscar suerte en la tele.

-Yo, una prótesis de Obama.

-Pero usted es blanco.

-Luego mucho rayo UVA.

Otro paciente lee el periódico.

-«Muere un joven aplastado por un enorme crucifico dedicado a Juan Pablo II». Es como un milagro al revés. Que Dios lo tenga en su gloria.

-El siguiente.

-Mire, soy presidente del  Gobierno. ¿Puedo encargar una operación para otra persona? Pagaría yo, claro.

-¿De que se trataría?

-De hacerle a Mas una liposucción de independentitis. Yo se lo traería  y,  en un momento dado, ñaca.

-Mire qué casualidad, él me ha pedido que le haga a usted un aumento testicular para que tenga usted lo que hay que tener. 

-Vaya.