¿Cómo medimos el progreso digital?

La Unión Europea realiza un seguimiento anual de cómo los Estados miembros están incorporando la tecnología digital en los diferentes sectores económicos y en la administración pública

CARMINA CRUSAFON

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La digitalización ha cambiado nuestra economía y hábitos de consumo. Los gobiernos han impulsado políticas públicas para ayudar a las empresas a incorporar la tecnología digital. Uno de los grandes proyectos de la Unión Europea en este ámbito se integra bajo la estrategia ‘Europa 2020’ y tiene como uno de los objetivos consolidar un mercado único digital que funcione a pleno rendimiento. Para rendir cuentas de cómo se avanza en esta área, se publica un informe anual sobre los avances digitales en Europa. Este documento ofrece un seguimiento de los progresos realizados por los Estados miembros en materia de digitalización, combinando datos cuantitativos del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (conocido por sus siglas en inglés DESI) con información cualitativa sobre las políticas específicas de cada país.

¿QUÉ INDICADORES UTILIZAMOS?

El proceso de digitalización es amplio y variado. La UE ha delimitado su alcance a cinco áreas para poder medir su progreso. Estas responden a los siguientes ámbitos: la conectividad, el capital humano, el uso de Internet, la integración de la tecnología digital y los servicios públicos digitales. Se miden los avances en las infraestructuras (banda ancha fija y móvil, cobertura 4G y NGA, y sus precios) y el uso de las tecnologías por parte de los ciudadanos y los profesionales. Asimismo, se computa el avance de la tecnología digital en las empresas con respecto al uso del comercio en línea y el de la facturación electrónica. El sector público también es evaluado a través de los servicios de la administración electrónica y la transparencia de datos.

Este conjunto de indicadores (DESI) permite a la UE vigilar el progreso en cada país y establecer un ranking de posiciones y medir la competitividad digital, fundamental para que Europa pueda mantener una posición relevante en la economía mundial. Si tomamos los resultados del 2017, el liderazgo digital lo ejercen los países nórdicos, con Dinamarca, Finlandia y Suecia en las tres primeras posiciones.

IMPACTO SOBRE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA

España ocupa el puesto número 14 de los 28 países miembros de la UE en el índice DESI. Pertenece al grupo de países de resultados intermedios. Si evaluamos el progreso digital español, destacan dos datos: unos bajos resultados en capital humano y una posición destacada en el ámbito de los servicios públicos digitales. El área en el que más ha progresado en el último año es en la integración de la tecnología digital en las empresas.

De los resultados, un dato preocupante son los índices relativos a las competencias digitales (básicas y avanzadas) de los trabajadores. España se encuentra por debajo de la media europea. Es fundamental invertir en formación digital para garantizar la competitividad de la economía española. Esta debería ser una apuesta estratégica en la que deberían colaborar el sector educativo, el empresarial y la administración.