Cómo despegar una poltrona

El único 'sketch' mínimamente trascendente que nos ofreció José Mota en su especial de Nochevieja 'Resplandor en la Moncloa' (TVE-1) fue cuando procedió a despegar a un diputado de su escaño. ¡Ah! La criatura se había quedado pegada a la poltrona. Tan ricamente. Años y años instalado en la comodidad de ese 'modus vivendi'. Y, claro, no había manera de arrancar de su trasero el confortable asiento. Se había acostumbrado tanto a él, que creía que formaba parte de su persona. Solo a base de soplete, martillo y cincel, pudo Mota arrancarle la adherencia. Este golpe de humorismo de fin de año adquiere hoy, tres días después, una cierta dimensión de carambola: la CUP acaba de confirmar definitivamente que no investirá a Mas como 'president'. O sea, lo podemos entender como la variante catalana de cómo despegar una poltrona. TV-3 interrumpió por la tarde, unos minutos, la película dominical que estaba emitiendo para dar cuenta de la noticia. La vistió con gran despliegue de comunicados en contra de la decisión de la CUP -los de Carme Forcadell, Eudald Calvo, Lluc Salellas, David Caldeira, Jordi Cuixart...- y uno solo, el de Lluís Rabell, que respetaba la decisión. O sea, el estilo habitual de información de la seva. Sin novedad en el frente.

Volviendo al espectáculo de fin de año de José Mota, señalemos que en mi barrio no ha producido decepción: ya sabíamos que este humorista seguiría con el freno de mano puesto. Comprendámosle: está en TVE. Su plato fuerte -presuntamente- fue la llegada de un nuevo presidente a la Moncloa. Llega en el año 2027. Es decir, evitando la actualidad no sea que alguien se moleste. Y allí escenificó una especie de recreación de lo que le ocurrió a Jack Nicholson en la película 'El resplandor'. Tibio ejercicio. El guion, pasado por ese baño maría que impregna el humor de TVE, ha sido enclenque. Sin profundidad. Sin voluntad de sarcasmo. Sin energía. Hombre, no esperábamos vitriolo, pero tampoco una gominola. La gran transgresión ha sido que ese 'Resplandor..'. de Mota era la puerta giratoria que conecta a los expresidentes con las compañías eléctricas. Ohh! qué atrevimiento.

Lo peor, no obstante, estaba por llegar. Fue en la gala musical subsiguiente, cuando salió Bertín Osborne atacando sin piedad el tema 'New York, New' York'. Tremendo. Ahora que se cumplen 100 años del nacimiento del gran Frank Sinatra, ese golpe ha sido tan sonrojante como doloroso.