Cogestión en la CCMA

La palabra crisis proviene del griego y, al principio, tenía significados como 'separación', 'disputa' o 'resolución'. Las crisis marcan un antes y un después; pueden ser de transformación, de crecimiento o de liquidación. En los últimos ocho años, la CCMA,  Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (TV-3, Catalunya Ràdio...) ha sufrido los efectos de tres crisis superpuestas. La crisis económica y presupuestaria, la crisis derivada de la necesidad de adaptarse de la transformación radical del ecosistema comunicativo y la crisis de la indefinición del modelo empresarial e institucional. Visto con perspectiva, un escenario de tormenta perfecta.

Aunque pueda parecer innecesario repetirlo, el hecho es que el activo más importante de cualquier empresa o institución es el capital humano, el conocimiento. De forma más visible si se trata de una empresa cultural. Por eso no debería extrañar que, en este contexto de crisis profunda, los trabajadores de la CCMA hayan dado forma a una propuesta de reorganización de esta empresa pública basada en el principio de la cogestión.

Introducir el principio de cogestión en la reingeniería de la CCMA puede tener un mínimo de tres virtudes: incorpora el principio de corresponsabilidad, rompe la filosofía de verticalidad de la producción industrial clásica introduciendo el trabajo en red y conecta con la lógica de intensa innovación inherente a las nuevas formas de comunicación. Y, no menos importante, puede ayudar a reforzar la independencia del servicio público audiovisual respecto de los poderes corporativos políticos y económicos.

La propuesta de la cogestión en la CCMA puede parecer un tema menor. Pero puede convertirse en un referente muy potente que ayude a entender que ya nada será igual después de la crisis. Y que finalmente la salida, sea a mejor o a peor, dependerá de las decisiones que tomemos.