UNA INFRAESTRUCTURA CLAVE DE BARCELONA

Coches en la cuneta

Quienes cargan contra el tranvía con el argumento de que perjudica a los conductores no han entendido nada

trambaix tram tranvia por la diagonal en la foto el final de las lineas en francesc macia

trambaix tram tranvia por la diagonal en la foto el final de las lineas en francesc macia / periodico

EVA ARDERIUS

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Tengo dos frases grabadas sobre el tranvía. Una en contra: "Es un transporte para jubilados", o sea lento. La otra, de uno de sus máximos impulsores, Pere Macias: "Eel tranvía no es antiguo, es lo mas fashion que hay". No comparto ni una, ni la otra. Yo, que me muevo en transporte público, lo he utilizado en contadas ocasiones. El recorrido 'interruptus' que hay actualmente me parece difícil de defender. ¿A quién se le ocurrió construir dos tramos de vías en los dos extremos de la ciudad? Parece una broma equiparable al recorrido de la L9.

Aún así, al tranvía le estoy empezando a coger cariño, especialmente, si el debate se polariza en tranvía versus coche. Me pone ver que uno de los argumentos de los 'haters' del Tram es que los vehículos quedarán colapsados en la Diagonal. Pues sí, el recorrido entre Francesc Macià y Glòries en coche se hará eterno y pesado, los conductores llegaran tarde, pasaran nervios y su vida al volante será peor, así que no saldrá a cuenta ir en coche. Todo serán problemas, así que será mejor buscar alguna alternativa, ya sea tranvía o cualquier otro transporte público. 

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12.000 VEHÍCULOS NO CABEN

La unión por la Diagonal provocará el caos circulatorio. Solo hay que fijarse en la mirada de los que defienden el proyecto cuando hablan de los 12.000 coches que teóricamente se van a esfumar cuando los extremos se toquen. Seamos sinceros, ni desaparecerán los coches, ni los que aún se atrevan a circular por la avenida van a convivir en armonía con las vías. No hace falta ser experta en movilidad para prever que todos los vehículos que pasan por la Diagonal no caben en dos carriles por sentido.

Los que atacan el tranvía desde la base de que perjudica a los conductores no han entendido nada. Sí, el tranvía nace para dejar el coche en la cuneta y para hacerle la vida imposible. No hace tanto que los camiones de gran tonelaje circulaban por el centro de Barcelona; ahora se hace impensable. Nos pasará lo mismo cuando recordemos que respirábamos el humo de los 580.000 coches barceloneses. Asumimos cambios constantes, buenos y  malos. Vivir en Barcelona será un lujo y moverse en vehículo privado también. La Barcelona del futuro tendrá, por desgracia, menos barceloneses y, por suerte, menos coches. ¡Qué injusto que los que se puedan permitir vivir aquí, respiren un aire más limpio!

MÁS PARA ESCOGER

Me incluyo en el grupo de ciudadanos, cada vez más numeroso, que por economía y comodidad no tenemos coche. Viajo en bus y metro y no dudo en parar un taxi cuando lo necesito. Justifico el gasto pensando en lo que me costaría el seguro, el párking y el impuesto de circulación. No sé si utilizaré el tranvía cuando esté unido, no sé si es el transporte más moderno o más competitivo, pero cuantas más opciones de transporte público para escoger, mucho mejor.

Y hasta aquí la teoría, porque el proyecto más estudiado de la historia barcelonesa se paraliza siempre en el mismo sitio: la plaza de Sant Jaume. Veremos si Ada Colau consigue el apoyo necesario para lograr la que podría ser su gran obra de mandato o si precisamente esto va a ser el motivo que la hará fracasar. Y si no, que se lo pregunten al exalcalde Jordi Hereu que se dejó su carrera política en la vías de la Diagonal, justo a la altura de Francesc Macià.