Chuches electorales

PODEMOS: Portazo de Juan Carlos Monedero. La pataleta --acusando a su formación política de, como quien dice, haber traicionado sus principios en el minuto uno de partido-- fue sonada. A Podemos, sin embargo, no le viene mal soltar lastre, dado el turbio asunto del dinero recibido por Monedero de Venezuela. Muchos se habrán alegrado de sacárselo de encima. A este paso, y dado el mal rollo que persiste dentro del partido, los meses que quedan hasta las elecciones españolas se le harán eternos a Pablo Iglesias. Tic-tac.

CONSTRUÏM: Quien ha conseguido meter la pata hasta el fondo es la plataforma inspirada por Duran Lleida Construïm. Una serie de tuits censurando al 'president' Mas y al soberanismo han causado estupor entre no pocas personas que al principio vieron la iniciativa con buenos ojos. Un ejemplo es el filósofo y profesor Francesc Torralba, que ha anunciado que se apea del invento. No sé quién es el listillo que escribe los mensajes, pero no hace ningún favor a Duran. Con amigos como este sobran enemigos.

UNA CRACK: Se trata de la fiscala general del Estado, Consuelo Madrigal, que ha vinculado el independentismo al "obscurantismo, el fanatismo y la tiranía". No deja de sorprender la profunda vocación de servicio y neutralidad que demuestran casi a diario muchas y muchos de los que ocupan altas responsabilidades en el Estado. Son los que echaron a patadas al también fiscal Martín Rodríguez Sol por comentar que había que escuchar a los catalanes...

OTRO CRACK: El 'genio' al que se le ocurrió el vídeo de Alfred Bosch (ERC) en el que este sale imitando a Xavier Trias y a Ada Colau --la socia de Pablo Iglesias en Barcelona-- se ha lucido. Y no solo por, digamos, transmutar a Bosch en un Toni Albà de serie B, sino porque el vídeo sitúa y legitima a Colau como la verdadera alternativa al alcalde.

LISTAS FANTASMA: El PSC-PSOE y el PP han confeccionado un montón de candidaturas con gente que jamás ha pisado el pueblo o la ciudad donde se presentan. Se trata de pillar el dinero que se recibe si uno consigue tener el suficiente número de listas. Es, por así decirlo, una trampa legal. Pero no tanto una estafa a los electores, pues, si los ciudadanos son conscientes de que están votando a listas fantasmas, no hay engaño. Que lo sepan es labor de los adversarios políticos y de los medios de comunicación.

MAS Y EL 27-S: Justo antes de Sant Jordi el 'president' Mas deploró la lealtad intermitente de ERC e insinuó que podrían aplazarse las elecciones pactadas y anunciadas para el 27 de septiembre. Desconcertó a mucha gente y además no ha servido de nada. Pero Mas es humano. Son muy pocos los políticos que aguantarían lo que el presidente de la Generalitat está aguantando de forma tan digna. Que por una vez no se haya mordido la lengua entra más que de sobra dentro de lo comprensible.