Gente corriente

«La clave para entender las cosas es preguntar mucho»

La alumna global. Estadounidense de origen navajo y árabe, Michella Warren ha elegido estudiar en Barcelona.

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POR
Gemma
Tramullas

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Su rostro transmite la fuerza de la cultura nativa americana, que la ha impulsado a embarcarse en una larga aventura geográfica y vital en pos del conocimiento. Nacida en Florida (EEUU) hace 26 años, Michella Warren estudia el primer curso de Global Estudies (Estudios Globales), un grado que la Universitat Pompeu Fabra describe como «diseñado para futuros profesionales y líderes emergentes en organizaciones del ámbito internacional».

-Miles de jóvenes viajan a Estados Unidos para ir a la universidad; venir desde allí para estudiar en Barcelona es más raro. Bueno, a lo mejor después de estas elecciones se invierten las cifras...

-Y yo que me había propuesto no preguntarle por Trump… ¿Por qué no? Yo no hablaré del PP, porque no soy de aquí, pero veo que mucha gente opina sobre Estados Unidos sin tener un conocimiento real de cómo está la gente allí.

-Tiene usted razón, adelante. Mi padrastro, por ejemplo, tiene un buen empleo pero llega muy justo a fin de mes. Votó a Trump no porque le gustara, sino porque después de trabajar toda la vida tiene que pagar tantos impuestos que no sabe si podrá jubilarse. Me duele, porque yo no podría votar a alguien que falta el respeto a las mujeres y a las minorías, pero le entiendo.

-Usted tiene una mezcla genética y cultural fuera de la común. Nací en Pensacola (Florida). Mi madre era una inmigrante de Bahrein que llegó a Estados Unidos por amor y mi padre era un nativo americano de la tribu navajo.

-¿Esta diversidad supone una ventaja o un inconveniente? Las dos cosas. Es una desventaja porque pasé por 10 colegios y 2 institutos -no es que fuera mala, pero mi familia se mudaba mucho- y no me siento en casa en ninguna parte. Es una ventaja porque he conocido diferentes maneras de ser y de ver el mundo.

-¿Cómo ha influido en su forma de pensar? Tengo la mente abierta y siempre intento verlo todo desde muchos puntos de vista. La clave para entender las cosas es preguntar mucho y no ir nunca con ideas preconcebidas. Como no podía pagarme una carrera en Estados Unidos me puse a trabajar en una peluquería de alto nivel y acribillaba a los clientes a preguntas. Mi padre me enseñó que el conocimiento es poder.

-La herencia paterna pesa mucho. Mi padre me decía que debía sentirme orgullosa de mis orígenes. Él me ayudó a ser quien soy y a luchar. Insistió en que aprendiera idiomas y leyera sobre arte y culturas del mundo. Falleció en el 2008 y decidí cambiar de vida. Conocí a unos chicos de Pamplona en Las Vegas, me gustó su acento y me fui para allá. Estuve cuatro años en Navarra trabajando y estudiando español.

-Ahora estudia en Barcelona. ¿Por qué eligió el grado de Global Studies? Me gustaría contribuir a cambiar la educación en mi país, tanto lo que se enseña al alumno como las condiciones del profesorado. Quiero comparar distintos sistemas y quedarme con lo mejor de cada uno.

-Un reto hercúleo. En Estados Unidos hay más de 200 tribus y se hablan más de 400 idiomas. Es una riqueza inmensa, pero apenas se enseña en la escuelas. Todo lo que sé sobre los nativos es porque me lo contó mi padre o porque lo he buscado yo en libros o preguntando en las reservas. Estos pueblos tienen una concepción distinta del mundo que también es parte de nuestra historia. Ahora mismo 200 tribus luchan contra la construcción de un oleoducto contaminante que pasa por tierras sagradas en Dakota del Norte. Proteger la tierra es nuestra prioridad y seguiremos haciéndolo hasta que muramos. Es lo que nos han enseñado.