EL BALANCE DE ARTUR MAS

Cien días de Govern y un discurso sin metáforas

"Mas no ha intentado ofrecer un relato que vaya más allá de la enumeración de propuestas que contrarresten la afirmación de que este gobierno no gobierna"

Artur Mas, durante la rueda de prensa de balance de los primeros 100 días del Govern, este miércoles.

Artur Mas, durante la rueda de prensa de balance de los primeros 100 días del Govern, este miércoles. / periodico

VERÓNICA FUMANAL

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Traje oscuro, sudor frío, gestualidad nerviosa, sujeción firme de los papeles, tics diversos... En la comparecencia del 'president' Mas sobre los 100 primeros días de gobierno no ha habido metáforas, ni barcos, ni viajes hacia Ítaca, este miércoles ha habido un mensaje que intenta contrarrestar las acusaciones de varios partidos políticos y diversos líderes de opinión que dicen que el Gobierno de la Generalitat lleva 100 días sin gobernar.

El lenguaje no verbal de Artur Mas este miércoles no transmitía la seguridad habitual, la solemnidad de discursos cargados de metáforas y recursos retóricos, el peso de un Gobierno que pasa por una compleja situación se ha visto reflejado en un nerviosismo que dejaba entrever una cierta improvisación.

El discurso, estructurado en cinco bloques, denotaba los diversos grados de comodidad con los que el Govern trata de gestionarlos. Artur Mas se veía claramente más relajado y seguro tratando el primero, el proceso de estabilización de las finanzas públicas y la reducción del déficit y el último, sobre la transición nacional y el derecho a decidir. Cuando trataba de explicar la obra de gobierno en estos dos ámbitos, Mas se sentía más seguro, dejaba de tocarse el pelo o ponerse la mano en el bolsillo. Incluso se ha quitado las gafas durante un minuto para mirar a los ojos directamente a los asistentes para establecer la importancia del derecho a decidir y su interrelación con el resto de los cuatro bloques restantes.

Los tres bloques restantes, reactivación económica y creación de ocupación, preservación de las paredes maestras del Estado del bienestar y medidas de transparencia y acceso a la información, son los puntos débiles del Govern de la Generalitat. Cuando ha evaluado estas cuestiones, resultaba reiterativo en exceso, se equivocaba y se apoyaba más de lo normal en los papeles, en una lectura de datos que, como él mismo ha avisado, resultaba densa.

¿Y Esquerra?

Ninguna referencia a ERC en el discurso, la relación con su socio de gobierno "progresa adecuadamente", ha respondido de forma escueta y con un tono de ironía a una pregunta de un periodista. Sin embargo, el 'president' ha querido volver a abrir las puertas de su gobierno a los principales partidos parlamentarios, debido a la grave situación que Catalunya atraviesa. Los únicos partidos que han sido nombrados en el discurso de forma explícita ha sido el PP, cuando ha recordado un cambio de socio en el nuevo gobierno de CiU, y el PSC cuando ha querido subrayar el aumento de la mayoría parlamentaria a favor del derecho a decidir.

"El rumbo se mantiene". Esta es la segunda idea fuerza que el 'president' ha tratado de transmitir de forma insistente, en un intento por descartar cualquier enfriamiento del proceso soberanista. Sin embargo, lejos queda el 'president' capitán de un barco que navegaba hacia Ítaca viento en popa, Este miércoles Artur Mas ha querido poner en evidencia que el proceso soberanista es la cuestión más complicada que ha abordado Catalunya en mucho tiempo, y que justo acababa de empezar.

Es muy habitual que los gobiernos describan con una frase-eslogan los 100 primeros días de gobierno. Artur Mas no ha intentado ofrecer un relato que vaya más allá de la enumeración de propuestas que contrarresten la afirmación de que este Gobierno no gobierna.

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