tú y yo somos tres

El chiringuito

FERRAN MONEGAL

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Delicada pirueta la de El intermedio (La Sexta). La noticia del día era la sentencia del Tribunal de Estrasburgo. Y un programa mordedor como este no podía sustraerse, obviar, olvidarse del asunto. La pregunta es: ¿cómo hacer sarcasmo televisivo y sacar punta a un tema que ha herido tan profundamente a una gran parte del colectivo de las víctimas del terrorismo? Lo han resuelto con ingenio, poniendo el foco de su sátira  sobre los aspavientos y el rasgado de vestiduras de las criaturas de la caverna mediática, que están en un grito, indignadísimas, porque consideran que lo que ha ocurrido en el Tribunal de Estrasburgo es fruto de un plan perverso que ideó Zapatero seis años atrás, y que se ha cumplido con matemática y colosal precisión, porque los 16 miembros de ese tribunal internacional son unos peleles del zapaterismo. Pongamos el caso de la impagable Curry Valenzuela, que desde su tribuna de 13 TV, decía, enfadadísima: «Si tuviera su móvil [el de Zapatero], le mandaba un mensaje ahora mismo. ¡Dios mío, lo que ha hecho este hombre!». Pero el mordiente más cáustico ha sido el que le ha propinado Dani Mateo a Federico Jiménez Losantos. Después de sacarle un trozo de su intervención en su púlpito de esRadio, que la cadena Intereconomía TV reemite: «Eso es como el caso Faisán, pero en Estrasburgo: en lugar de ser un bar, es un chiringuito judicial», el satírico Mateo advirtió que le extrañaba este desprecio de Losantos al tribunal luxemburgués, porque había descubierto que en septiembre del 2010 el propio Jiménez Losantos pidió amparo a este mismo Tribunal de Estrasburgo, dado que en España le habían condenado por injurias a Ruiz Gallardón. O sea, que lo ayer veneraba, hoy es para él un vulgar chiringuito. ¡Ahh!

Con este ejercicio, de sarcasmo difícil, El intermedio ha sabido dirigir bien su dentellada. Ha demostrado que el dictamen de Estrasburgo no es una confabulación contra España, ni una canallada para causar más dolor a las víctimas del terrorismo, sino la consecuencia jurídica de aquel invento fuera de toda norma judicial que se llamó la doctrina Parot. También ha servido este programa para resaltar cómo reaccionan algunos ante sentencias que no les gustan. Señalaba Sandra Sabatés que, cuando este mismo Tribunal avaló la ilegalización de Batasuna (2009), estos mismos que ahora se indignan alabaron el buen criterio de esta corte internacional de justicia.