Chef ventrílocuo con tiburón

Acaban de descubrir los estimables chefs de Masterchef (TVE-1) que la tele es impacto. ¡Ahhh! Pepe Rodríguez y Jordi Cruz han comprendido lo que Mariló Montero ya sabe -y practica- desde hace años: que un buen golpe de excentricidad, una ocurrencia cuanto más disparatada y bárbara mejor, puede catapultar a un programa hasta cotas de popularidad fantásticas. Y todo eso -y eso es lo más meditable-, completamente al margen de la posible o imposible calidad del programa que hacen. Después del glorioso León come gamba de la semana pasada, que les dio un repunte de excitación mediática colosal, esta semana el chef Pepe Rodríguez mandó traer la cabeza de un pobre tiburoncito  -gastronómicamente llamado cazón-, que el concursante Pablo había cocinado. Y haciendo Pepe de ventrílocuo ocasional, movía las mandíbulas de la pobre cabeza decapitada y decía: «¡Pablo, ¿qué me has hecho? (..) ¡Te perdono, Pablo, te perdono!». Hombre, podían haber llamado al ventrílocuo José Luis Moreno para que les redondease el número con Rockefeller y Macario disfrazados de pulpo y de calamar. Esta deriva de Masterchef hacia el guiñol esperpéntico corrobora y demuestra que aquel humilde creador de León come gamba no debía ser expulsado. Todo lo contrario. Gracias a él fueron trending topic universal. Y por eso ahora han querido repetir el impacto con la cabeza del pobre tiburón enano. Pues nada, ánimo y a esperar que la próxima semana hagan hablar a algún otro cadáver cuyo cuerpo acaben de freír en la sartén. Vayan con cuidado estos chefs. Si siguen por ese camino, a lo mejor un día la cabeza degollada de una vaca romperá a hablar de verdad y les dirá que se pongan ellos a rustirse en una plancha.  Y así sabrán lo que es el martirio en propia carne. Como el pobre San Lorenzo, que los bárbaros asaron a la parrilla y que no obstante dijo a sus verdugos, en un golpe de socarronería genial: «Assum est, inqüit, versa et manduca», o sea, «Dadme la vuelta, que por este lado ya estoy hecho».

'TELE-ESTEBAN'.- Tele 5 recurre de nuevo a Belén Esteban para que su audiencia no decaiga. Ya están escalfando motores en revistas y comunicados con el último bombazo de la princesa del pueblo: «¡Belén y su novio se separan!». O sea, que mañana en el Deluxe tendremos el rompimiento en directo, y lo irán estirando como hicieron con Fran, su marido de antes. ¡Ahh! Qué chicle. Qué arte.