Pequeño observatorio

La cerveza, una historia de hace 6.000 años

Los que nos hemos educado en la cultura del vino no valoramos los matices de la cerveza

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JOSEP MARIA ESPINÀS

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Hace poco se ha celebrado en Múnich la Oktoberfest. Ya hace años que fui a aquella ciudad cuando la fiesta explotaba por las braserías y los cafés. Mi colaboración en las oleadas de consumo de cerveza fue ridícula: beber en un bar una cerveza de volumen discreto. Rodeado, eso sí, de grupos de ciudadanos que pedían unos bocks de un litro que podían ser fácilmente vaciados. Beber lo que muchos catalanes piden, «una cervecita», en Múnich podría ser considerado una provocación.

El vino y el agua son las dos bebidas de mi cultura, y la cerveza ha sido siempre para mí un aporte ocasional, normalmente vinculada a un ataque de sed. La cerveza es una bebida discretamente alcohólica, pero su composición es más compleja que la del vino, que tiene como base fundamental la uva. La cerveza se obtiene por la fermentación de una infusión de malta, maíz, otros cereales y el añadido de lúpulo. Resulta, pues, que la popular cerveza es más sofisticada de lo que en principio podríamos creer.

Pero el éxito universal de la cerveza ha hecho que las modernas técnicas de esterilización hayan conseguido, si no me equivoco, que el lúpulo ya no sea indispensable. Pero es indispensable que la cerveza tenga ese punto de sabor amargo. Es su identidad. Amargo y dulce a la vez. Bien mirado, el sabor de la vida.

Mi amigo Patrick Jaques, un cantante belga que tuvo mucho éxito hace años en Barcelona, cuando nos invita a su casa, mientras hace la cena va afinando su paladar bebiendo pequeños sorbos de la cerveza de su país. Los que nos hemos educado en la cultura del vino difícilmente conseguiremos, si no somos unos expertos, valorar los matices de una bebida más delicada y exigente que la que bebían probablemente los monjes. En Egipto ya se producía cerveza hace más de 6.000 años.

Siento que vayan desapareciendo los rótulos de cervecería en los bares. Pero quién sabe si, con el paso de los siglos, también serán documentos históricos.