DOS MIRADAS

Cenizos

Ni Podemos y ni los Comuns consiguieron sus objetivos electorales a causa de sus veleidades e indefiniciones

Pablo Iglesias, Xavier Domènech y Alberto Garzón en la comparecencia en el Congreso para promover una moción de censura.

Pablo Iglesias, Xavier Domènech y Alberto Garzón en la comparecencia en el Congreso para promover una moción de censura. / periodico

EMMA RIVEROLA

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Cenizos e incapaces, así calificó Pablo Iglesias a los dirigentes de IUPablo Iglesias IU un año antes de la confluencia de Unidos Podemos. Después, la voluntad del sorpasso lo pudo todo. Había elementos para el optimismo. Los morados eran más que la expresión de la protesta, eran un proyecto político sólido que defendía con valentía una España más justa en todas sus expresiones. IU ofrecía su coherencia ideológica. Pero ambos también sumaban debilidades. Iglesias empezaba a mostrar sus aristas y un exceso de desprecio hacia sus adversarios (propios y ajenos). IU ahondaba en su línea acomodaticia y se arriesgaba a diluir su esencia, el único y gran valor que poseía.

Unidos Podemos no consiguió sus objetivos electorales, tampoco ahora los Comuns. Ambos proyectos han sido vasos comunicantes de sus veleidades e indefiniciones. Han pagado cara la decepción de unos votantes que celebraron la osadía de su irrupción. Dos pilares les sustentaban: la defensa sin concesiones de los derechos de los ciudadanos regateados por los poderes y el apoyo sin complejos de una concepción de España diferente. Pero traicionaron su proyecto en el momento en que esos pilares se tambalearon, y se equivocaron de adversarios y de aliados. Al fin, el debate no es medir cuán cenizos o incapaces son algunos de los personalismos que les lastran, sino determinar el porqué de sus renuncias. Posiblemente, en sus causas encontrarán sus errores. También sus soluciones.