Catalunya sería la Volkswagen

Más que unas lecciones de economía enfundado en vistosas americanas de colores, lo que nos ha presentado el pintoresco economista Xavier Sala Martín ha sido un ejercicio de veneración personal hacia grandes empresas multinacionales, en particular Ikea, Zara, Starbucks y McDonald's (Economia en colors, TV-3). ¡Ahh!  Qué adoración siente por ellas. Le subyugan, le cautivan estos imperios. Nos decía, con una pasión muy encendida, que los creadores de estos mastodónticos negocios modernos jamás se plantearon tener un departamento de I+D («Cuando una empresa comienza a crear estos departamentos, ¡está acabada!»). Y nos aseguraba con un devoción enternecedora que el secreto de todos estos grandes hombres como el señor Zara (Amancio Ortega), el señor Ikea (Ingvar Kamprad) o los hermanos McDonalds, su secreto ha sido haber tenido ideas innovadoras y ponerlas en movimiento. O sea, «innovar sin tener ningún departamento de innovación». Como ejemplo de todo esto tan maravilloso apareció Pep Guardiola -una habilísima incorporación que catapultó la audiencia del programa- y le hicieron contar aquella innovadora táctica que se inventó sobre la marcha, el llamado «falso nueve», una estrategia pensada para Messi y con la que consiguieron la gloriosa gesta del 2 de mayo de 2009: ir a jugar al Santiago Bernabéu y meterle seis goles a los merengues. Eso fue fabuloso, estamos de acuerdo.

Dado que Xavier Sala Martín viene sonando -se viene especulando- como posible conseller de Economía de un Govern de Mas, caso de una Catalunya independiente, dejó caer unas perlas comparativas portentosas. Dijo: «Si Catalunya facturase como una empresa, sería como la Volkswagen». ¡Ahh! Ahí le salió una comparación que no tranquiliza, precisamente. Comprendamos la situación: es de suponer que este programa se grabó antes de que estallase el escándalo del Volkswagengate. También es mala pata. Pero sigamos con el rosario prodigioso: «Catalunya estaría en la posición 52 del ranking mundial» y añadió, con admiración: «El país McDonald's tendría un PIB superior al de Letonia, Ecuador estaría por debajo de Apple, y... ¡el país Pepsi sería mas rico que Omán!». ¡Ahh! La obsesión de este virtuoso economista considerando a los países como empresas es la esencia del liberalismo económico más feroz. No es una idea nueva. No hay innovación precisamente.