Tú y yo somos tres

'Caso Nadia': la tele se arrepiente

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Consecuencias del 'caso Nadia' en la tele. Desde el punto de vista informativo, el tema ha causado tanta conmoción que ha sido primera noticia en el 'Telediario' de TVE-1 y otros noticiarios de las cadenas. Estamos de acuerdo: el asunto lo merece.

Pero se ha producido otra meditable secuela. De pronto le ha entrado a la tele -también a otros medios- un arrebato de culpa y de autoacusación. He visto golpes de pecho en los platós. Arrepentimiento. Contricción. Decían el especialista en sucesos Manu Marlasca, y el presentador Iñaki López, en 'La Sexta noche': "Los medios tenemos que entonar un mea culpa. No comprobamos la veracidad de esta historia". Y les envolvía una gran aflicción.

O sea, que el 'caso Nadia' ha provocado una catarsis televisiva a granel. Todos los informadores, presentadoras y presentadores de programas, informativos y debates que en su día creyeron en esta historia, ahora se autoinculpan por haber caído en una trampa y no haberse dado cuenta.

Permítanme que discrepe. Rotundamente. No he escrito ni una línea, ni he lanzado ni una voz, cuestionando los programas que cayeron en este error. Desde esta columna llevo casi 24 años seguidos analizando críticamente nuestra profesión. En particular, los 'modus operandi' de las cadenas y de quienes colaboran y se prestan. El aniquilamiento del periodismo, las manipulaciones, nuestra transformación en 'chearleaders' y, a la vez, de perritos falderos... Pero esta vez, ante este caso, nada les reprocho a los que se tragaron el anzuelo.

Una niña enferma, unos padres que piden ayuda... ¿había que negarse? El padre -ahora se ha sabido- parece que es un ser que roza la delincuencia. O que está instalado en ella. Si lo hubiéramos sabido antes, ¿qué habría cambiado de la enfermedad de su hija? Ahora acaba de saltar un nuevo enfoque: advertía Marlasca en 'La Sexta noche' que el juez tiene incluso dudas de que Nadia padezca esa enfermedad que se le supone. Veremos lo que dicen los análisis médicos.

El padre de Nadia nos ha tomado el pelo, eso es evidente. Lo cual nos lleva a un contraste curioso. Por este tema el periodismo se arrepiente. Pero por los casos, mucho más trascendentes, de grandes corruptos y ladrones, hemos callado, y sin ningún problema.Sobre eso no hay catarsis ni contricción. "¡Lo sabíamos todos!", se ha dicho sobre ilustres y 'nostrats' depredadores. Lo sabíamos, sí, pero nunca investigamos. No fuera a peligrar nuestro 'modus vivendi'.