Carril bici, ¿Moratoria para una mayor seguridad?

XAVIER RIUS

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El atropello el pasado miércoles de otra mujer que, al parecer, ocupó sin mirar el carril bici no segregado en la confluencia de Còrsega con Diagonal, que ha quedado en coma, exige un profunda reflexión sobre el diseño y seguridad del carril bici en Barcelona. Algo que se dijo que se haría con mejoras en la señalización tras la trágica muerte de la diputada Muriel Casals que cruzó sin mirar en la confluencia de las calles Urgell Provença, donde se cruzan dos carriles bici de doble sentido, y que por ahora no se ha hecho.

Soy usuario de la bicicleta en Barcelona y, como tal, he constatado el crecimiento de este fenómeno con el Bicing y la rápida ampliación de los carriles. Se han creado carriles de doble sentido en calles que constantemente son ocupados por despistados peatones por fuera del paso señalizado o con el semáforo en rojo, que no imaginan que les vendrá una bicicleta en sentido contrario. El tramo de Provença a la altura de la Sagrada Família o La Pedrera es altamente peligroso y las mejoras de señalización advirtiendo que vienen bicicletas en el otro sentido, o la necesaria separación física de acera y el carril bici para evitar que incautos turistas lo ocupen, continúan pendientes. Además, desde hace unos días, como cada primavera, proliferan los grupos de turistas en bicicleta que circulan por los mismos, ocupando despreocupados o desinformados los dos sentidos del carril.

Los giros en ángulo recto por cambio de carril tienen  una señalización semafórica confusa contradictoria y son peligrosos para los ciclistas. Así, dado que muchas veces la bicicleta que gira a la izquierda, debe traspasar los dos carriles de vehículos, se ha puesto un indicador semafórico intermitente que indica cuando el semáforo esta rojo para coches y verde para peatones, que la bicicleta sí puede pasar y aprovechar que los coches están detenidos para cruzar al otro lado y girar. Pero nadie informa a los peatones que no estamos infringiendo ninguna norma y que es nuestro momento para pasar. En otros casos, para girar, tras pasar el paso de peatones, hay que esperarse en la esquina obstruyendo el espacio por el que giran a la derecha los coches. Posiblemente una bici detenida no molesta, pero cuatro o diez resulta altamente peligroso, son un obstáculo visual, y molestan además a los vehículos de carga y descarga.

También se precisa de una campaña informativa y sancionadora sobre la peligrosidad que generan los vehículos que se detienen un momento ocupando el carril bici, sea de una o dos direcciones. Continua siendo normal ver taxisfurgonetas de carga y descarga, vehículos de empresas de servicios, policia, o los mismos coches municipales de limpieza ocupando el carril bici. La bicis no llevan retrovisor y resulta peligroso ir abandonando cada momento el carril. Y se infringe el código de circulación cuando ocurre en un carril de doble sentido y las bicis se ven obligadas a circular en contra dirección por el espacio de los coches. Además debería resolverse la seguridad de las salidas de parking, modificarse con espejos o eliminado mobiliario urbano o incluso árboles junto a los vados en carriles de doble sentido.

Evidentemente los carriles totalmente segregados como el Paseo Sant Joan son los más seguros. Los carriles bici señalizados por encima la acera, como en tramos de la Diagonal podían ser factibles cuando había pocas bicicletas, pero no con el flujo actual. Lo mismo ocurre en los pasos de semáforos en los que peatones y ciclistas deben ocupar el mismo espacio para pasar. Y el carril bici por la acera y de un sólo sentido de la Meridiana, serpenteando pasos peatones, árboles, contenedores y paradas de bus es absurdo, siendo lo más seguro para peatones y ciclistas que la bici vaya por el medio de la acera.

Los peatones –todos somos también peatones- se quejan con razón de la presencia de bicis en las aceras. Hace años ya propuse, sin respuesta alguna, que las estaciones del bicing se colocaran lo más cerca posible del carril bici para evitar esos cien o doscientos metros que debemos hacer por la acera hasta llegar al mismo.   

El Ayuntamiento tiene previsto triplicar la red de carriles bici pasando de los 106 km a 308. Pero previamente debería hacerse una moratoria, modificarse la seguridad y señalización de los ya existentes, sobre todo de dos direcciones, tomar una decisión realista de cómo deben hacerse los giros en ángulo recto para cambiar de carril, apostar por los segregados, hacer cumplir que el lugar para detenerse, sea un vehículo de limpieza, una furgoneta o un  taxi, no debe ser nunca el carril bici, y eliminar la mayoría de carriles en la acera. Continuar con la abertura de nuevos carriles sin apostar por los tipos de trazado más seguros y sin solventar los actuales problemas de seguridad y de información que enfrentan a ciclistas, peatones, vehículos privados y de servicios, sería un grave error.