'Caro amico italiano'

Querido amigueteitalianini, no me vengas ahora con que tú nunca le votaste. ¿Entonces qué, salía elegido por minoría de votos? No, millones de vosotros, durante 18 años, habéis confiado enSilvio.Yo creo que le votabais a escondidas, admirando su simpática caradura con envidia. Yo también la sentía de vosotros cuando llegabais en manada a Barcelona en los 80 y arrasabais con nuestras novias. Guapos o no tanto, pero siempre vivarachos, elegantes y seductores. Sobre todo, convencidos de vuestro encanto, mientras nosotros nos avergonzábamos de no saber llevar las gafas de sol colgando o el jersey anudado con vuestra gracia innata. Todos hemos querido ser italianos en algún momento:belle ragazze, Vespa, Ferrari,dolce vita, dolce far niente…Siempre nos ha seducido un país sin Gobierno, bueno, con cientos de gobiernos que no duraban nada, una aparente anarquía que funciona. A los italianos, tan cachondos, os lo consentimos todo. Incluso que vendáis nuestro aceite en vuestros envases tan glamurosos.

Habríais seguido conSilvio, pero los bárbaros del norte se han hartado y lo han mandado a casa. Él, tan chistoso, preguntó: «¿Pero a cuál de las 20 que tengo?». Todos sonreímos, pero ya con más pena que envidia.

¿Os lo merecíais? No. Nunca he creído que tengamos los gobernantes que nos merecemos. Al contrario, por el sur siempre han tomado las riendas los más ambiciosos, no los más capaces, ocupados en otros menesteres menos sospechosos que la política. Ahora os han colocado a un economista para sustituir al empresario infalible. Se acabó la cuchufleta,Mario Monti parece alemán. Nosotros también tuvimos a unMario, Conde,empresario modélico con ínfulas políticas, y mucho más guapo queSilvio, pero le pillaron antes y fue a la cárcel un rato. Ahora le toca aSilvio, pero seguro que su traje a rayas será Armani.