Carne de cañón en el barro

Este año, en la actual edición de La isla de los mosquitos que acaba de estrenar Tele 5 (Supervivientes), al presentador  Jorge Javier Vázquez le han cosido un loro de peluche en la chaqueta. ¡Ah! Quiere ser un detalle caribeño. Pero es un error. Otro pájaro debían haberle colocado en la chaqueta. En el cuaderno de ornitología celtibérica Los pájaros de la tele (Ediciones B, 2009) mi canario flauta Papitu tiene catalogado a este presentador como una pintoresca mutación del pájaro pitohuí dichrous, ave pequeña pero temible porque su carne es tan tóxica que los indígenas la hierven y les sale un raticida natural estupendo. Los concursantes contratados para la aventura de este año son muy flojos. El grupo de los chonis no tiene ningún interés. Son muchachas y muchachos de relleno que recolectan en programas-cantera como Mujeres y Hombres y Viceversa, la ratomaquia G.H., o Gandia Shore. Sirven para hacer bulto. Son carne de cañón. En el otro grupo -que el programa llama los seniors- solo hay tres o cuatro criaturas que despiertan un poco nuestra atención: Carmen Lomana, Chabelita Pantoja, Nacho Vidal y Fortu. Pero bien mirado, el casting, la selección que han realizado este año, transpira una gran miseria. Todos son restos de fritangas televisivas anteriores. Solo Nacho Vidal, si hace alguna proeza con su colosal cacahuete, podría conseguir repuntes de audiencia. Por ahora la prueba más vistosa -siempre lo es- ha sido la del barro. Todos revolcándose en el lodo. Carmen Lomana al principio se hacía la estrecha. Pero luego le entró gusto, y se restregaba por el fango con mucho placer. ¡Ahh! Es lo que tienen las charcas pensionadas: pringan pero alimentan.

OTROS FANGOS .- Gran momento televisivo: don Rodrigo Rato saliendo de su casa detenido y rodeado de policías. ¡Que golpe a la corrupción! No obstante, los ignorantes deslumbrados, como yo,  podemos recurrir a analistas fiables. Decía Milián Mestre en can Cuní (8TV): «¡Hay que dar golpes de efecto para ganar las elecciones!». Y añadía Lluís Foix: «Es curioso, antes de que llegase la policía, ¡los periodistas y las cámaras ya estaban colocadas frente a la casa para retransmitir el espectáculo!». Decía Daroca, en Al rojo vivo (La Sexta): «Esto no es nada más que una voladura controlada». Y el exjuez Elpidio Silva advertía en Las mañanas de Cuatro: «No lleva el caso la fiscalía anticorrupción. Es sintomático». ¡Ah! Meditemos, hermanos.